Accidentalmente Enamorados ; Natsu Dragneel [#1]

Cap 20

Continuación del Capítulo 19.

Pov Lucy

Desperté en una cama distinta a la mía, esa mañana era más fría que las anteriores, al menos yo lo sentía así, había dormido con Natsu, bueno era lo que menos me preocupaba en ese momento.

Me preocupaba el hecho que mi doloroso y tormentoso pasado seguía presente en mi, pensé que lo había superado, mis traumas y miedos, todo lo que sufrí. Me senté en la cama tratando de estirarme, ero no pasó, sólo me quedé allí, como una estatua. Por mi mente pasaban todos esos insultos castigos y el día que deje de sonreír con sinceridad, el día que me convertí en alguien retraida o como mi abuela, Virgo y los demás en la mansión le llamaban, el día del incidente.

- Buenos días - escuche la voz de Natsu.

No quería preocuparlo más, puse mi mejor sonrisa y voltee a verlo, me sentía agradecida con él. Lo menos que podía hacer era sonriente, aunque no fuera una sonrisa sincera, tenía que intentarlo.

- Hola - dije por lo bajo.
- ¿Como te sientes? ¿Estas mejor?
- U-un poco, gracias.

Silencio. Nadie emitía ninguna palabra, no escuchaba los pájaros que normalmente cantaban por las mañanas, era sábado, no teníamos Universidad, aún así debía ponerme al corriente con mis estudios.

- Luce ¿Puedo preguntarte algo? - su voz sonaba insegura.

Al parecer se debatía entre preguntarme o no, tampoco es que me guste que sepan de mi vida cuando era niña. Me daría vergüenza que se diera cuenta de "eso", de que soy una débil.

Antes que pudiera formular tan siquiera un monosílabo, salí disparada de su cama y pronto de su habitación, sus gritos sonaban a mi espalda pero no me detuve, sólo corría recordando miles de cosas que viví y deseara no haberlo echo. Llegué a mi cuarto, Juvia y Levy estaban afuera, ambas voltearon a verme, yo pase de largo sin siquiera verlas, me encerró con llave en mi cuarto, tenía ni espalda pegada en la puerta, me desplome en esa posición hasta el suelo.

Las ganas de llorar comenzaban a hacerse presente, sin poder evitarlo los horribles recuerdos llegaron a mi mente nuevamente, volví a sentirme sucia y miserable. Trataba de callar mis sollozos con una mano, no me importaba que tuviera a mis amigas golpeando mi puerta, las había preocupado, no quería ver a nadie pero tampoco estar sola, era tan contradictorio mi sentimiento. Mi mayor miedo era contarles y que me vieran con asco; no iba a poder soportarlo, peor si era él.

- Lu-chan, abre pro favor - pidió Levy.

Su voz era suave, al parecer estaba preocupada, no respondí, me paré como pude abrazandome a mi misma, con el corazón partido en miles de fragmentos, toda mi corta vida trataba de suprimir ese asqueroso sentimiento, señalandolo y aislando mis recuerdo más infelices en lo más profundo y remoto de mi ser ¿porqué se hacen presente hoy? Justamente cuando empiezo a sentirme bien ante en el junto, cuando empiezo a sentirme más segura y protegida en sus brazos.

La asquerosa sensación regresa acompañada de pequeñas imágenes de aquel día. Sin saber cómo, llegué a la bañera, abrí la llave y me desnude, justo en mi vientre había una cicatriz, más recuerdos. Más lágrimas. Más sollozos. Más dolor. Me metí en la bañera tratando de hacerme olvidar todo, quería tener un descanso de mi misma y lo que me había pasado, no me lo merecía, no me merecía lo que pasó.

- Luce...

Mi amargo llanto paró al escucharlo, no quise voltearme, no quise verlo, me sentía indefensa y pequeña. Quería a mi madre y a papá, los quería aquí, quería un abrazo de ellos que me dijera que todo era una simple pesadilla, que todo fue mentira, una ilusión por ver películas de terror tan tarde. Pero no era asi, ellos no estaban conmigo, habían fallecido en aquel accidente de avión, me habían dejado sola con la abuela, el ser más estricto, orgulloso y frío que alguna vez he conocido.