61. Boda.

2.3K 227 4
                                    

Los meses pasaron particularmente rápido diría yo.

Cada vez estaba más cerca el día en que nos casaríamos.

Varios días antes de iniciar los preparativos de la boda, Kilian me propuso volver a la antigua casa, donde lo conocí.
Yo estuve de acuerdo, aunque ciertamente hecharía de menos donde estábamos ahora, había pasado muchas cosas con él allí.

Al parecer, las personas que se habían quedado allá, se encargarían de preparar la casa para nuestra llegada después de la boda y, además, comenzó la mudanza poco a poco.

En su mayoría, yo me ocupé de los preparativos con ayuda de Hanna, Elían y algunos de sus conocidos que, por cierto, eran muy amables. Gracias a eso, logré hacer varios nuevos amigos.

También seguí participando en la empresa pero estaba más ausente.
Quería ayudar a Kilian quien seguía ocupado en el trabajo. Él planeaba dejar todos los asuntos de la compañía en orden antes de partir, aunque seguiría al tanto desde allá.
A pesar de su carga, él intentaba inmiscuirse lo más posible en los preparativos.

Indudablemente el último mes que quedaba antes de la ceremonia, fue el más ajetreado. A pesar de ello, nada me desanimó, realmente antes de iniciar con todo, me prometí disfrutar el proceso y así fue.

Aquella mañana el clima era encantador, desperté con el corazón latiendo impacientemente. No podía digerirlo, ¡finalmente me casaría con Kilian!

~¡Toc, toc!~ Me sacaron de mis pensamientos los toques en mi puerta.

-Adelante.- Indiqué incorporándome. Deduje de quien se trataba.

-¡Es hora de salir de la cama! ¡Vamos, arriba! No querrás retrasarte en un día como éste.- Entró Hanna con una hiperactividad contagiosa.

Detrás de ella venían las señoritas Lin y Emma, ambas se volvieron cercanas a mí gracias a su colaboración. Eran muy parecidas a Hanna cuando de levantar el ánimo se trataba.

-Por supuesto que no me gustaría.- Me puse de pie. -Oigan, ¿y Kilian?- Pregunté intrigada.

-Ya debe estar en casa de Elían.- Respondió Emma.

Habíamos acordado que él iría a prepararse allá, esto gracias a que el señor Osmond pensó que "ver a la novia antes de la boda sería de mala suerte". Así evitarían que nos encontráramos por error.

Kilian no pareció incomodarse, al contrario, parecía estar totalmente de acuerdo e incluso emocionado, supongo que considera un gran amigo a Elían.

-Yo lo encontré de camino aquí. Me pidió que te dijera que por favor no pensaras en huir.- Agregó Lin, intentando imitarlo.

-¿Qué? ¿Por qué pensaría eso?- Reí.

-Bueno, teniendo en cuenta lo nerviosa que estaría cualquier mujer en tu situación, creo que es una petición razonable.- Ciertamente me sentía así, pero contrario a la opinión de Hanna, no me pasaría esa idea por la cabeza.

Después de tomar un baño, las chicas me ayudaron a estar lista para la ceremonia, especialmente a ponerme el vestido. Éste me parecía precioso, al verlo creía estar frente al de una princesa.

Finalmente, abordo de un elegante carruaje, nos marchamos.

En cuanto llegamos, el ritmo de mis latidos aumentó.

Seguramente Kilian ya debía estar esperándome dentro.

Las chicas me desearon suerte y entraron. Inmediatamente después, Elían salió para entregarme en el altar.

El Lúgubre Castillo BarnettDonde viven las historias. Descúbrelo ahora