(15 años)
—Miro las estrellas y siempre pienso que somos algo tan insignificantes comparándonos con ellas —susurra Carlos y sonrío.
Estamos acostados en el patio de mi casa, sobre una manta gruesa, mirando las estrellas. La noche está muy tranquila. Será porque Carlos está a mi lado.
—La filosofía te ha hecho mucho daño —mascullo con una sonrisa burlona y él se ríe.
—Siempre riéndote de mí.
—Siempre no.
Entrelazo nuestros dedos y miro el cielo oscuro.
—Me gustaría tener una estrella con mi nombre. Estaría muy guay.
Él se ríe.
—Me lo dices todos los días.
Se mete la mano en el bolsillo del pantalón y saca un papel. Me lo entrega y yo frunzo el ceño.
—¿Qué es esto? —pregunto abriendo el papel. Lo leo y me quedo paralizada.
Carlos se empieza a reír y me levanta, tirando de mis manos para sentarme.
—¿No dices nada? —pregunta y grito, abrazándolo por el cuello.
—¡Eres el mejor! Dios mío, ¡cuánto te quiero ahora mismo! —exclamo y él se ríe.
Nos separamos y miro el papel. Tengo una estrella con mi nombre. Carlos la ha conseguido. Muerdo mi labio inferior y pienso en por qué es tan mono, por qué no puede dejar de volverme loca.
—¿Cómo lo conseguiste? —pregunto y él se encoge de hombros.
—Hay una página llamada Internacional Star Registry. Es muy fácil.
Muerdo de nuevo mi labio inferior y pongo un mechón de mi cabello detrás de mi oreja.
—Es muy bonito, Carlos —susurro y me sonrojo, alzando mi mirada a sus ojos.
Él se ruboriza y se acuesta otra vez, tapando sus mejillas con un brazo. Me tumbo a su lado y él se gira, quitando el brazo de su rostro. Me mira intensamente y yo acaricio el papel. Lo miro y nuestros ojos se conectan.
Algo extraño, lo mismo que vi la primera vez que nos acostamos juntos, llena sus ojos y me hace estremecer. ¿Por qué me mira así? ¿Qué es esa cosa extraña que tiene en los ojos cuando me mira?
—Ina —susurra y yo alzo las cejas.
Sus ojos me dicen algo, algo que tiene miedo de decirme.
—Te...te...—masculla entrecortadamente.
Cojo aire y sus ojos se vuelven decepcionados.
—Tengo que ir al baño —murmura rápidamente y se levanta.
Lo veo irse, pasmada y en shock.
¿Y este qué tiene hoy? ¿Qué me iba a decir que tenía tanto miedo? Miro las estrellas y frunzo el ceño.
Más me vale olvidar lo que acaba de pasar y ser feliz con lo que tengo.

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Tengo sueño
RomansaIrina López tiene una extraña relacion con su mejor amigo. ¿Amigos o algo más? Ellos tienen una frase especial para poder verse de la forma que les apetece: sin ropa de por medio. Pero ¿qué pasará cuando ella se vaya a Nueva York durante un año? ¿Se...