Sábado.
—¿Mario?
—El mismo —contesta su voz grave.
—¿Dónde estás? ¿Cómo tienes mi número?
—Estoy saliendo de casa. La música se escucha en toda la calle. —Miro hacia el portal y, efectivamente, ahí está.
Lleva puesto un polo blanco, un pantalón ajustado negro y por último unas converses blancas.
—Y lo de cómo conseguí tu número es algo más complicado, te tendría que matar si te lo cuento —añade mientras lo observo detenidamente desde el coche.
—Lo cogiste de Internet.
—¿Cómo lo supiste?
—Así que es eso, me has buscado por Internet —exclamo triunfante y me río mientras veo que él se ruboriza un poco caminando hacia el coche.
—Bueno, señorita López, diseñadora de interiores y vicepresidenta de la mayor empresa de construcciones, Built S.A., fue algo que no pude evitar —exclama encogiéndose de hombros y cuelgo mientras me río.
Mario abre la puerta del copiloto y me sonríe mientras se sienta.
—Lo siento si buscarte por Internet te molestó.
—No me molestó para nada, es algo normal siendo policía.
—No desconfío de ti, ya he visto que no tienes antecedentes penales además de conducir bebida —dice y lo miro con la boca abierta. Él se da cuenta de lo que ha dicho y se intenta explicar entrecortadamente—. Bueno, lo vi...lo vi cuando me asignaron a vigilarte...Es algo..rutinario, no fue que buscara tu archivo..ni nada por el estilo...Puedes preguntarlo.
Me río y arranco el coche sin responderle. Lo veo nervioso mientras salgo del aparcamiento y decido no ser más mala.
—No pasa nada, tampoco es que me hayas hecho algo, pero ¿eso no es acoso?
—No, acoso es perseguirte o colocar fotos de ti por todo mi apartamento.
—¿Y no lo has hecho?
—No, solo...solo quería conocerte un poco para no fastidiarla hoy.
Alzo mis cejas con sorpresa. ¿Lo hizo para no cagarla en la cita? ¿Por qué?
—Vas sumando puntos —le digo y lo observo. Él me sonríe ampliamente y sube el volumen de la música.
Durante el trayecto al lugar al que me indica Mario, y del que no sé nada, charlamos animadamente. Me va cayendo mejor por momentos, es muy gracioso y muy inteligente, puede hablar de cualquier tema.
Finalmente, me hace aparcar en el parking del Gran Hotel, en el centro de Arrecife.
—¿A dónde vamos? —pregunto con curiosidad cuando pongo el freno de mano.
—Es sorpresa —responde él saliendo del coche.
Frunzo los labios, nunca me han gustado las sorpresas. Salgo del coche y camino a su lado hasta el Gran Hotel. Es el edificio más grande de Lanzarote y rompe completamente con la filosofía de Lanzarote porque es totalmente acristalado y un poco frío.
Entramos, él enseña su reserva y nos hacen pasar al ascensor. En él veo que Mario aprieta el número 17 y el ascensor sube.
Cuando voy a salir, Mario me ofrece su brazo y yo lo entrelazo con el mío con una sonrisa amplia.
Salimos del ascensor a un pasillo ancho. A la derecha se encuentra una cafetería, la Star's City, y a la izquierda un restaurante que se llama Altamar.
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Tengo sueño
RomanceIrina López tiene una extraña relacion con su mejor amigo. ¿Amigos o algo más? Ellos tienen una frase especial para poder verse de la forma que les apetece: sin ropa de por medio. Pero ¿qué pasará cuando ella se vaya a Nueva York durante un año? ¿Se...