52.
Martes 2 de mayo de 2015.
Abro los ojos y muevo mi brazo hacia mi izquierda, el lado de Carlos, pero mis dedos dan con el aire. Frunzo el ceño y me levanto, apoyándome en mis codos.
—¿Carlos? —lo llamo, empezando a asustarme.
¿Y si todo fue un sueño? ¿Y si no ha pasado nada?
Me destapo y salgo de la habitación. Un sobre blanco de tamaño mediano encima de la barra me llama la atención y lo abro.
Querida Irina:
Me estoy perdiendo tus pelos de loca cuando recién te levantas, pero creo que valdrá la pena. No sabes lo que me costó irme de tu lado esta mañana.
Sé que todo esto te parece raro, pero tranquila, es algo bueno.
No sabes lo feliz que me has hecho todos estos años y espero que sigas haciéndolo por el resto de nuestras vidas, porque eres simplemente perfecta. Por mucho que lo intenté para intentar alejarme de ti en el pasado, no he podido encontrar ningún defecto ni nada que no me guste de ti. Sé que es un poco cursi, pero espero sacarte aunque sea una sonrisa.
Bueno, quiero hacer una cosa: jugar a las pistas.
Te he dejado varios sobres como este en algunos sitios que hemos recorrido juntos, donde tenemos grandes recuerdos, y quiero que las sigas. Las pistas te llevarán a ellos y finalmente a mí.
Quiero que te despejes de todo lo que pasó ayer, quiero verte sonreír de nuevo con esa hermosa sonrisa que tienes.
Te amo,
Carlos.
Suspiro e intento tranquilizar a mi corazón acelerado. Falsa alarma, Carlos sigue conmigo.
Saco una tarjetita del sobre y leo:
No hagas café, solo ponte un bikini y sal de casa. Cerca hay un sitio donde hacen tu café preferido, seguro que lo sabes. Te amo.
Sonrío: el bar de Ramona.
Entro en la habitación y me visto con un bikini verde, un vestido de color verde también, largo y de palabra de honor, finalizando con unas sandalias abiertas.
Salgo de casa con el móvil, las llaves del coche y el sobre. Conduzco los pocos metros que me separan de El Malecón y entro.
—¡Mi niña, qué alegría! —exclama mi dominicana favorita y me río.
—Buenos días, Ramona, ¿cómo estás?
—Perfectamente, y más al verte aquí. —Sale de detrás de la barra y me abraza—. Me alegro muchísimo de que no te hayas ido a ese país.
—Nueva York, y yo también, Ramona.
—¿Quieres algo? —pregunta, separándose de mí, y yo me siento en un taburete.
—Un café, por favor.
—Marchando.
Sonrío y espero apoyando mi cabeza en mi mano. Tengo muchas ganas de ver a Carlos.
¿Por qué hará este juego?
Suspiro y miro el bar casi lleno. Las mesas repletas de gente desayunando, riendo y hablando como locos.
—Aquí tienes —dice Ramona y me giro hacia ella.
Al lado del café, coloca una caja blanca con un lazo de tela transparente. La miro y ella sonríe.
![](https://img.wattpad.com/cover/31301180-288-k495944.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Tengo sueño
RomansaIrina López tiene una extraña relacion con su mejor amigo. ¿Amigos o algo más? Ellos tienen una frase especial para poder verse de la forma que les apetece: sin ropa de por medio. Pero ¿qué pasará cuando ella se vaya a Nueva York durante un año? ¿Se...