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Los días transcurrían con algo de normalidad, pero al mismo tiempo eran únicos, un poco incómodos, pero se podían mantener un buen ambiente. Zhan se había mudado oficialmente con padre e hija, la pequeña ahora podía decirle papá, pero aún se sentía algo raro con el nuevo nombre.

Yibo había reducido sus horas que pasaba en la empresa, aunque aún parecía un loco adicto al trabajo, ya no llegaba a casa a media noche como había acostumbrado en todos sus años solo, ahora llegaba más temprano y el tiempo libre pasaba el rato con su ahora formada familia.

A pesar de que todo era miel sobre hojuelas, Yibo aún tenía miedo, miedo de sí mismo, Wangji aún estaba allí, dentro de él, si bien no se llevaban del todo mal, el miedo de que aparezca y lastime a su familia era muy grande, lo conocía, y aunque no fue del todo un mal chico, siempre le dio el beneficio de la duda, pero trataba de alejar todos esos pensamientos y disfrutar de su nueva vida.

- Yibo...

- Mhn - dijo sin despegar la mirada de su computador.

Zhan ladeó un poco su cabeza intentando que ambos conectaran miradas, pero la atención estaba en su computador y en todas hojas que había regadas por la sala.

- Te escucho, ¿qué sucede? - respondió mientras tecleaba en el dispositivo.

- ¿Seguro me estás escuchando?

- Lay siempre llega a mi oficina a decirme cosas mientras trabajo, dividir mi atención se convirtió en un método de vida, ¿Qué sucede? - hablaba despacio, para no equivocarse en lo que hacía, pero era verdad, tantos años haciendo lo mismo, ya era rutina.

- Bueno, Mei tiene un programa familiar el sábado en la mañana, y hay que ir - dijo haciendo a un lado algunas hojas y sentándose en uno de los sillones.

- ¿Sábado? ¿A qué hora es? - preguntó.

- A las diez, pero hay que estar media hora antes, Mei y algunos de sus compañeros van a bailar como parte del programa - eso fue suficiente para Yibo apartara la mirada de su dispositivo, fijándola en el pelinegro.

- ¿Y por qué yo no sabía? - preguntó mirándolo con el ceño un poco fruncido.

- Pues, te lo estoy diciendo ahora.

- Lo sé, me refiero, a que por qué no me avisaste antes y Mei tampoco me dijo nada.

- Porque llegas muy cansado y aun así buscas tiempo para mí y Mei, incluso hoy que no estás en la empresa estás trabajando como loco - señaló y el castaño miró a su alrededor, fue cayó en cuenta de todas las hojas y carpetas que tenía sobre los sofás, la mesa de centro y el piso.

Suspiró quitando sus lentes y cerrando sus ojos, masajeó un poco el puente de su nariz y cerró su computador para dejarlo sobre la mesita de centro.

- Lo siento, es solo que, ese viaje me tiene loco, corriendo de aquí para allá con Lay y solo quiero que todo salga bien - dijo comenzando a recoger y ordenar todo.

- Ya lo sé. Es por eso que no te molestado por cómo tienes la sala cada que te sientas a trabajar aquí. ¿Acaso tu oficina te pidió un respiro? - Yibo solo pudo reír y asentir.

- Cuando llegaba a ese estado de no saber dónde se encuentra un bolígrafo que dejé sobre mi escritorio hace un minuto, me iba a mi habitación o iba a la sala - Zhan negó mientras ayudaba a ordenar, Yibo sonrió algo apenado.

- No te estoy reclamando, pero trabajas demasiado, ¿puedes darte date un respiro al menos cuando te encuentre en casa? Mucho trabajo podría hacerte daño, ni bien nos casamos y ya me dejarás viudo - dijo haciendo que el mayor sonriera en grande.

 Tú Eres Mi Papi  ▪︎  [YiZhan]  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora