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Yibo y MeiWen salieron de la tienda una vez que ambos contaban con una patineta para cada uno y la pequeña con su equipo de protección puesto. No patinaba en mucho tiempo gracias a que no tenía tiempo, pero que lo obligaban a hacerse el tiempo, iba a aprovecharlo, por lo cual también compró una tabla para él.

— ¿Papi, por qué tú no tienes estos? — señaló sus rodilleras.

— Porque no los necesito. Yo ya se usarla.

— ¡Yo también quiero aprender!

— Claro que sí, yo te voy a enseñar.

Ambos llegaron a la pista con algunas rampas pequeñas, otras medianas y otras más grandes, allí estaban sus amigos haciendo trucos y riendo.

Yibo puso las tablas en el piso y ayudó a la pequeña a subirse en la de ella.

— Mira, primero, no tengas miedo, yo no te voy a soltar, vamos a empezar... De acuerdo, con un pie te empujas y mientras el otr- — la pequeña no dejó que Yibo terminara de explicar cuando ya estaba en movimiento.

— ¡¿HAY ALGO QUE MI SOBRINA NO HAGA BIEN?! — gritó Jack con emoción al ver a la pequeña andando en su patineta y dejando a Yibo con la boca abierta.

— ¡ESO ES CIELO SIGUE ASÍ!

— ¡MUY BIEN MINI WANG!

— ¡THAT'S MY LITTLE GIRL!

— ¡ORGULLOSO DE SER SU TÍO!

Eran los gritos de euforia y aliento que sus amigos le daban a la pequeña, Yibo aprovechó y sacó su teléfono para empezar a grabar, y sacar algunas fotos, luego de un rato grabando, decidió acompañarla. Se subió en patineta y la alcanzó mientras ella intentaba dar vuelta para seguir.

— ¡Mira papi estoy andando como tú! — dijo con emoción.

— ¡Así se hace! — aplaudió.








Siguieron unas cuantas horas más, haciendo trucos y enseñándole a MeiWen a mejorar hasta que llegó la hora del almuerzo, había una cafetería en el lugar por lo que Yang, Bin y Hao fueron comprar la comida.

Yibo se quedó con los demás y mientras esperaban se pusieron a dibujar y a tomarse fotos, ya reírse de cómo MeiWen pintaban con marcadores los tatuajes en el brazo de Tao.

Al cabo de un rato los chicos llegaron con la comida, Yibo revisó la caja de comida de MeiWen y decidió cambiarla por la de él.

— ¿Qué pasó? ¿Por qué la cambias? — preguntó Yang.

— La ensalada tiene uva, la mocosa no puede comer uvas, es alérgica.

— Oh. ¿Algo más a lo que sea alérgica? — preguntó Tao.

— Las pasas

— ¡Anotado! — dijeron todos para luego comenzar a comer.

— ¿A veces sí se han puesto a pensar que pareciera que compartimos la misma neurona? — Yibo miró a sus amigos y estos asintieron con orgullo.

Esto provocó que todos soltaran una carcajada. Entre risas y anécdotas vergonzosas que hacían reír a la menor, todos terminaron de comer, los chicos se quedaron acostados en el piso mientras que Yang y Mei iban comprar helados.

— Oye Wang... No es que quiera hacerte sentir mal, pero es que la curiosidad no me deja tranquilo... ¿No te has puesto a pensar que, si la niña es igual, tu padre tal vez haga algo? — preguntó Yubin.

Yibo se quedó un momento en silencio, para luego responder.

—  Si te soy sincero Ge, al principio no me importaba, me daba igual, luego de eso un día mientras intentaba descansar un rato mi madre se presentó en mi sueño y básicamente me trajo de una patada a la realidad, y me di cuenta que cómo ella lo había dicho ese día que me fui de casa... Yo no lo entendería hasta que no lo experimente. Desde ese día tengo como, miedo, de que la niña tenga un destino igual al de... Ustedes saben... Ese sueño.... Me hizo ver las cosas y en lo egoísta que me estaba portando, pues sólo estaba pensando en mí y mis estúpidas palabras del pasado, y por una parte sí merezco todos los regaños de Xiao Zhan...

 Tú Eres Mi Papi  ▪︎  [YiZhan]  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora