Tú Eres Mi Papi ▪︎ [YiZhan]

42

Todos se encontraban en la casa de los ahora esposos celebrando aquella unión. Zhan podía sentir la tensión que había entre el padre, su esposa y Yibo. ¿qué había pasado entre ellos?

— Zhan, ahora ya eres un Wang así qué debes ir con nosotros al callejón a tirarnos unos pasitos — bromeó Tao moviendo las caderas.

— Es cierto Zhan, ahora que ya eres un Wang, nos debes unos pasos — bromeó Yang y Zhan rió.

— Cuando quieran voy y me enseñan — les siguió el juego.

— Pero que te quede claro eh, Wang me pertenece — señaló Jack.

Zhan levantó su mano izquierda y suspiró.

— ¿Quién es el que lleva un anillo en su dedo?

— ¡Eso me dolió a mí también! — habló HaoXuan y todos comenzaron a reír cuando Jack soltó un jadeo ofendido.

— ¡Atención todos, tengo que darles un anuncio! — habló el padre de Yibo llamando la atención de todos.

— En primer lugar, quiero felicitar a mi hijo y Zhan por esta nueva faceta en su vida, estoy muy feliz de que hayan unido sus vidas para compartir el uno con el otro, estar casado no es fácil y se los dice alguien quien lo hizo dos veces...-

"¡Por Dios ya cállate!" pensó.

— ...Entonces quiero darles esta noticia. Hijo, acércate — llamó el hombre.

Yibo se acercó y se posicionó a su lado, el mayor se giró y de detrás suyo sacó una carpeta.

— Felicidades hijo, ya eres el presidente y dueño de las empresas Wang, como de los bienes que te dejo tu madre y para hacerlo oficial mañana habrá una conferencia para darte a conocer — con una sonrisa le entregó la carpeta a un Yibo que aún seguía en shock.

"— Lo hicimos imbécil! Wang ¡LO LOGRAMOS!"

"Lo hice"

Todos aplaudieron y festejaron el logro del castaño, pero este no prestaba atención ya que en su mente se repetía constantemente una frase, "Es hora de hacerlo" Despertó de su trance cuando sintió como su pequeña se abrazaba a su pierna. La miró y le sonrió, alzó su vista y Zhan también le sonreía.

Luego de un par de horas la casa había quedado completamente vacía a excepción de ellos dos y Mei, Yibo terminaba de limpiar y recoger todo hasta que voltear a mirar detrás de sí, suspiró.

Zhan dormía plácidamente en el sofá, suspiró, miró el anillo que había sido colocado en su dedo anular horas atrás y la tristeza lo invadió.

— Es lo mejor.

Caminó hasta el pelinegro y con cuidado de no despertarlo lo tomó en sus brazos a estilo nupcial, lo llevó hasta la habitación perteneciente a Zhan y al igual que al principio, con cuidado lo dejó en la cama, tomó las sábanas y lo cubrió. Antes de salir de la habitación miró por última vez al pelinegro, suspiró y salió de allí cerrando la puerta.

Al día siguiente Yibo caminaba por su casa de un lado a otro, estaba nervioso, pero al mismo tiempo seguro, tenía miedo de lo que iba a pasar, pero debía ser fuerte, por su hija, por Zhan, por su madre y por su hermana.

— Yibo le vas a hacer un hueco al piso, detente.

— Estoy nervioso — dijo parando en seco.

Zhan se levantó del sofá y se acercó al castaño, lo tomó de los hombros obligándolo a mirar sus ojos.

— Ya cálmate, está bien, ya tienes lo que querías no puedes dejar que los nervios te dominen ahora... Tú eres fuerte.

El castaño cerró sus ojos, respiró profundo y asintió.

— De acuerdo, es hora de ir — dijo con una sonrisa.

— Ok, sí vamos. Mei, ya nos vamos — la niña salió de su habitación con el gato de Zhan en sus brazos.

— ¿Podemos llevar a Lili?

Zhan río y negó.

— No podemos cielo, al lugar al que vamos no pueden entrar animales, dejemos a Lili aquí en casa ¿sí?

— Está bien... Papi, ¿qué te pasa? — preguntó mirando a su padre.

— Papá está un poco nervioso, así que vamos antes de que se haga tarde — habló Yibo.

MeiWen dejó a Lili en el piso y se acercó para tomar la mano del castaño, este al sentir la pequeña mano sobre la suya, bajo su mirada y vio cómo su pequeña le sonreía. Eso era suficiente, se sentía fuerte, se sentía confiado, podía hacerlo, claro que podía.

Luego de un rato, la pequeña familia se encontraba sentada en la primera fila, habían comenzado ya con aquella reunión en la que había gente importante y periodista listos para capturar el momento.

— ...Para mí es un gran honor saber que mi hijo tiene la capacidad necesaria y muchos más como para tomar el puesto de presidente...

— Jefe, está todo listo.

— Que comience el juego Lay.

— ¡Hijo, ven aquí!

Yibo se levantó acomodando su saco y caminó hasta quedar justo a un costado de su padre.

— ¡Todos, les presento al nuevo presidente de las empresas Wang!

Todos comenzaron a aplaudir y el castaño hizo una reverencia, los flashes comenzaron a iluminar la sala, Yibo miró a Lay y asintió con la cabeza.

Lay se levantó de su sitio y se acercó a los guardaespaldas que habían contratados.

— Protejan a la familia del jefe, no sabemos que pueda pasar —disimuladamente los cuartos hombres se alistaron en sus posiciones.

Lay sacó su teléfono e hizo una llamada.

— Ahora — fue todo lo que dijo y cortó la llamada.

A los pocos segundos las puertas de la sala fueron abierta estruendosamente, todo voltearon a la entrada y vieron como un grupo de policías entraban.

— Wang JiDaan, y Wang Faye, quedan arrestados por ser las mentes intelectuales tras el asesinato de Wang RuiQin y Wang MeiLeng, aparte de enfrentar cargos por sospechas de malversación de fondos, estafa, y robo... Tienen derecho de guardar silencio, todo lo que digan será utilizado en su contra. Tienen el derecho de un abogado, si no pueden pagar uno el estado les asignará uno de profesión, llévenselos.

— ¡¿QUÉ?! ¡NO, YIBO! ¡¿QUÉ ES ESTO?!

El castaño caminó hasta quedar cerca de la pareja de esposos y entre el oído de su padre y el de su mujer expresó.

— ¡Voy a asegurarme de que se pudran en la cárcel! — susurró entre dientes.

— ¡¿CÓMO PUDISTE?! — gritaba el hombre mientras era arrastrado por los oficiales.

— No te preocupes Wang, me aseguraré que no salgan del lugar al que van.

— Gracias Xiang-ge — el oficial que había irrumpido con su equipo la ceremonia se fue dejando atónito a todo el mundo.

Si cuando se dio la noticia los periodistas comenzaron a tomar fotos, ahora parecía una avalancha de fotos y preguntas, los guardias y guardaespaldas sacaron a Yibo y a su familia del lugar, asegurándose de que nadie los lastimara.

Estaba hecho, todo había terminado. Por fin todo había acabado, por fin podría descansar tranquilo luego de doce años.