41

3.6K 554 57
                                    



En la mañana.

Yibo despertó con un terrible dolor de cabeza y su cuerpo igual dolía a como si lo hubieran golpeado hasta dejarlo inconsciente, sabía que era lo que había pasado el día anterior, recordaba haber bebido hasta olvidarse de como caminar, pero ya no recordaba más. Miró por su ventana y, aún no se aclaraba el cielo, curioso buscó su celular, pero no encontró, se sentó en la cama y miró el reloj de su mesa.

Eran las cinco de la mañana, de pronto recordó algo, desesperado buscó con su mirada su saco hasta que lo encontró sobre una silla. Se levantó de un solo brinco corriendo hacia él y comenzó a buscar en los bolsillos hasta que la encontró, una pequeña cajita de terciopelo negro.

Suspiró aliviado y fue hasta su armario para guardarla, sacó un nuevo traje y lo dejó sobre su cama. Entró al baño dispuesto a tomar una relajante ducha, y luego de unos cuantos minutos salió con una toalla envuelta en su cintura y con otra se secaba el cabello.

Una vez ya cambiado, salió de su habitación, justo en el momento en el que llegaba a la sala el timbre sonó. Miro su reloj y apenas eran las 05:45, extrañado fue a abrir la puerta y se encontró con cuatro hombres de traje negro, ellos al verlo le hicieron una reverencia, fue ahí que entendió, eran los guardaespaldas.

— Buenos días señor Wang, estamos listo para empezar con nuestro trabajo — habló uno de los hombres al que reconoció como YiTian.

— Buenos días, pasen por favor, quiero discutir algunos asuntos con ustedes primero — se hizo a un lado y dejó pasar a los hombres.

— Bien chicos. A quien van a proteger no es a mí, sino a mi hija y a mi prometido. Quiero que lo hagan de lejos, cuando vean o sientan que corren peligro actúan si no, no lo hagan, manténgase al margen, no quiero incomodarlos, esto aplica más cuando salgan a la calle y sobre todo vigílenlos de mi padre su mujer y cualquier persona que esté ligada a ellos, ¿entendido?

— ¡Sí señor! — respondieron los cuatro al unísono.

— Bien, entonces quiero que YiTian y Xu Kai cuiden de mi hija y JunChen y ZhiWei cuiden de Zhan, su horario comienza a esta misma hora y termina cuando yo vuelva del trabajo, si en algún momento me toca salir de viaje trabajarán a tiempo completo hasta que yo vuelva, Xiao Zhan y mi hija son algo extrovertidos por lo que les pido que no se sientan incómodos de aceptar algo que ellos les den o pidan, eso es todo.

— Nos quedó claro señor.

— Ah sí, se me olvidaba... por la tarde vendrán a instalar un nuevo sistema de seguridad así que alerta chicos y... Estas son las llaves de la casa — dijo entregándole una llave a cada uno.

En ese momento, un resplandeciente Xiao Zhan hizo aparición en la escena.

— ¿Buenos días? — saludó confundido al ver a cuatro tipos que parecían los hombres de negro con sus trajes.

— ¡Buenos días señor! — reverenciaron los cuatro hombres.

— Zhan, ellos son los guardaespaldas... Él es JunChen y él es ZhiWei, se encargarán de cuidarte a ti, y ellos son YiTian y Xu Kai y estarán cuidando de Mei — presentó.

— Mucho gusto — dijo con una sonrisa.

— Ya les di algunas indicaciones por lo que no notarás que están cuidándote.

— D-de acuerdo.

— Aaam... tengo que irme ya, deje muchas cosas pendientes así qué, los dejo en sus manos caballeros.

— No sé preocupe señor.

— Nos vemos en la noche, con cuidado Zhan.

— Hasta luego Yibo, también ten cuidado.

Con una sonrisa el castaño salió de la casa directo a la empresa. Mientras que Zhan quedó con los cuatro chicos parados frente a él.

— ¿Ya desayunaron? — preguntó.

— Ya desayunamos señor, no se preocupe.

— De acuerdo.

— Señor, si no le importa iremos a recorrer a las afueras de la casa mientras que ellos recorren por aquí — habló uno de los chicos.

— Sí adelante, hagan su trabajo, chicos.












Los días pasaron y como lo había dicho el castaño, Zhan no notaba la presencia de sus dos guardaespaldas, mientras que Mei le gustaba jugar con ellos e ir de arriba para abajo mientras hacían cualquier cosa, pero se encargaban de cuidarla a lo lejos mientras ella estaba en la escuela y en sus actividades.

Wang Yibo estaba feliz, la boda sería en ese fin de semana, todo estaba saliendo bien, por seguridad les había mostrado a los cuatro chicos el lugar donde esconder a su familia si algo llegara a pasar mientras él no estaba.


El sábado llegó en abrir y cerrar de ojos, y un día antes con ayuda de ZhiWei, Xu Kai, YiTian y JunChen habían dejado la casa decorada para después de la boda.

Xiao Zhan y Wang Yibo se encontraban parados frente al abogado esperando a que este terminara de hablar.

— Si tienen sus votos pueden decirlos ahora — habló el hombre.

Yibo y Zhan se miraron y se posicionaron frente a frente.

— Wang Yibo... Desde el momento en el que te conocí, fuiste como un balde de agua fría. Literalmente, cambiaste mi vida por completo, me enseñaste muchas cosas de las que antes no tenía idea, me diste a una niña hermosa a la cual amo demasiado, un hogar cálido, me diste una familia, y estoy agradecido contigo por eso, aquí al frente de todos quiero decirte que... Al principio no podía ni escuchar tu nombre y tú y yo sabemos por qué... Te amo, Wang Yibo, y quiero estar contigo y no abandonarte, cuidarnos el uno al otro, y sonreírnos todas las mañanas que vendrán.

— Xiao Zhan... La primera vez que te vi dije, "Wow, es el ser humano más bello que he visto en mi vida", no tienes idea de lo feliz y aliviado que fui cuando aceptaste acompañarme en este loco viaje. Cada palabra que decías se quedaba grabada en mi mente, hubo veces en las que fui un completo idiota, perdón por eso... También hubo veces en las que no tenías porqué involucrarte, pero aun así te quedaste a mi lado, te quedaste ahí para mí, Zhan, yo te amo, te amo con todo mi ser, tú y Mei llegaron a mi vida gris a darle color, gracias, estoy tan feliz de que este día hayas decidido compartir tu vida conmigo, eres ese algo que jamás en mi vida olvidaré, y si en algún momento de nuestras vidas nos separamos, quiero que sepas que fuiste lo mejor que pasó en la vida, y que fuiste ese alguien que nunca me dejó solo — sonrió.

Yibo tomó el anillo y con algo de nervios lo colocó en el dedo anular de Zhan, y este hizo lo mismo.

El abogado los hizo firmar su acta de matrimonio para declararlos legalmente casados. Los aplausos y felicidad no se hicieron esperar.

— ¡¿OIGAN Y EL BESO?! — gritó HaoXuan.

Yibo asustado miró a Zhan y este hizo igual.

¿Puedo? — preguntó el castaño en un susurro y Zhan lo miró, apretó sus labios y asintió.

El castaño, con algo de nervio colocó su mano en el rostro de Zhan y se acercó lentamente, terminó de acortar la distancia que lo separaba de aquellos bellos labios pertenecientes al hombre al que su corazón había tomado como su dueño. Dejó un suave y dulce beso, solo sus labios chocando y nada más, pero para ambos, ese corto, pero al mismo tiempo largo beso significó mucho.

Yibo se separó lentamente y susurró un "gracias" al cual Zhan respondió con un asentimiento de cabeza y una pequeña sonrisa.




















 Tú Eres Mi Papi  ▪︎  [YiZhan]  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora