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— La familia es lo más importante, pero algunas personas se empeñan en perderlas... ¿verdad Wang Yibo?



Levantó su mirada para fijarla atentamente al espejo, y supo que estaba en problemas cuando vio la sonrisa ladina del sujeto, fue acercando lentamente su izquierda a la manilla de la puerta, trató de abrirla, pero el sonido de un armar cargándose lo detuvo en seco.

— Veamos, "Señor Wang"... Hagamos las cosas fáciles, tú no haces nada y yo tampoco, pero si haces algo, quiero que tengas en cuenta que... — miró la pantalla en el teléfono que estaba en el soporte de su tablero para ver la hora.

— Justo en este momento tu familia y tus guardaespaldas deberían estar con mis compañeros, depende de ti si viven o mueren — su mano apretó con fuerza la manilla y alejó su mano.

— ¿Quién te envió? — preguntó con su mandíbula tensa.

— Digamos que... son cercanos a ti y a quienes les debes algo. Pásate al frente — dijo señalando el asiento del copiloto con el arma.

Yibo se pasó al asiento delantero en contra de su voluntad, no podía hacer nada, estaba en un auto con un hombre que no conocía apuntando un arma en su cabeza.

— Nadie cercano a mi haría esto.

— Vaya, no me digas eso — rió. — Ay Wang, creo que deberías pensar un poquito — el teléfono del castaño comenzó a sonar.

Era Li Xian.

— Si contestas, se mueren.

El teléfono siguió sonando hasta que terminaba por perderla, moría por contestar, pero no podía.

El sonido de una llamada entrante volvió a interrumpir el silencio que se había formado, pero esta vez no era el de él.

— Dígame.

¿Lo tienes?

"Esa voz..." pensó.

— Lo está echando.

¡Hola amor!, ¿cómo estás?

— Maldita — dijo entre dientes.

Oye, respétame por favor — rió.

— ¿Qué les hiciste? — preguntó con enojo.

Por ahora... nada y es una lástima, pero quiero que escuches algo, habla... ¡Yibo!

— ¡Zhan!

— ¡No vengas! !No les des nada! cállenlo... — un golpe seco se escuchó seguido de un disparo.

Su corazón se detuvo, su sangre comenzó a hervir, el enojo y la desesperación comenzaban a consumirlo, sus ojos ardieron, su mandíbula se tensó con fuerza mientras que sus manos se hacían puño.

— Aquí está el trato amorcito, en cuanto vengas, vas a pasar todo a nombre de mi tía y al mío, las empresas, acciones, simplemente todo, sino, tu amada familia se va jugar cartas con tu madre y tu hermana, tú eliges — la llamada se cortó y el hombre rió.

— ¿Tienes familia? — preguntó serio.

— ¿Para qué? Mírate ahora mismo, son un estorbo.

— ¿Al menos ganarás buen dinero?

— Unos cuantos cientos de miles — respondió con una sonrisa.

— Espero que haya valido la pena.

— Claro, voy a disfrutarlo mucho.

— Me alegro — sonrió ladino.

De un movimiento rápido le quitó el arma al hombre y disparó dos veces, el primero en el abdomen y otro en la pierna. El hombre empezó a perder el control del auto, y sabiendo en como terminaría eso, quitó rápidamente el seguro y salto del vehículo. Rodó por el frío y duro asfalto, golpeando y raspando ciertas partes de su cuerpo sin que sintiera el más mínimo dolor.

 Tú Eres Mi Papi  ▪︎  [YiZhan]  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora