Tú Eres Mi Papi ▪︎ [YiZhan]

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Yibo, Zhan y la niña fueron protegidos por los guardaespaldas hasta que llegaron al auto donde se movilizaban.

— ¿Yibo qué sucede? — preguntaba Zhan quien tenía a la niña en brazos.

— En casa hablamos, primero tenemos que salir de aquí.

Este notó como el menor miraba por la ventana asustado, su respiración estaba acelerada y sabía que tenía que hacer algo. Por lo que, lentamente tomó la mano de Zhan y le dio un pequeño apretón que hizo que volteara a mirarlo.

— Tranquilo... Yo estoy aquí — y como si arte de magia se tratara, estas palabras hicieron que el miedo desapareciera.

Al cabo de un rato de silencio todos llegaron a la casa de la pareja, por orden de Yibo los guardaespaldas se quedaron afuera vigilando que los periodistas no se acercaran a su hogar.

Lay dejó un sobre amarillo en las manos del castaño, hizo una reverencia y se fue.

— Yibo- — fue interrumpido por la acción del castaño.

Este había extendido su mano.

— Ven Zhan... vamos a mi oficina... Mei ve a tu cuarto y cámbiate de ropa — la niña asintió y se fue a su cuarto.

Hizo que el pelinegro entrara a la oficina y posteriormente hizo que tomara asiento en el sofá que había en la habitación, y él lo hizo también.

— Antes de que digas algo, solo... déjame terminar ¿sí? — Zhan asintió.

— La empresa era de mi madre, al casarse con mi padre él tomó el mando por petición de mi abuelo... Yo quería estudiar danza, mamá me apoyaba pero mi padre no, cuando nació mi hermana, fue lo mejor que me pasó hasta ese momento, luego de unos años ella empezó a dar indicios de ser una niña prodigio, pero quería ser actriz, cantar y bailar, mi padre se enteró y la obligó a ir a una escuela especial, no quería que sufriera, así que llegué a un trato con él, yo estudiaría todo lo que él quisiera a cambio que dejara que MeiLeng sea una niña normal, y así pasó... Comencé a estudiar Mei fue cambiada de escuela pero aun así él no quería que tuviéramos algo que ver con las artes... Es por eso que mi mamá comenzó un proyecto, una escuela de artes donde se apoyen a los niños con sueños de ser grandes artistas... Un día... - hizo una pausa y tomó una gran bocanada de aire.

— Descubrí que tenía una amante, mamá lo también lo sabía, un día yo le reclamé y le dije que se separara de él, tuvimos una gran pelea por eso y me fui de la casa, Mei me pidió que me quedara, pero no hice caso y me fui... Llegue con Hao, hablamos y cuando llegué a casa era de noche, quería pedirle disculpas por haberme portado mal con ella... Pero cuando él y yo nos acercamos, los policías ya estaban allí, y cuando llegué la puerta principal.... encontré la peor escena de mi vida, mamá y Mei estaban en piso, estaban muertas. Yo las tomé en mis brazos y tenía la esperanza de que mi mamá aún esté algo consiente, pero no fue así... — las lágrimas comenzaron a acumularse en sus ojos, pero pestañeo para apartarla.

— Papá no hizo nada, no fue a su velorio y ni siquiera lloró... Luego de un tiempo descubrí que él y esa mujer habían planeado todo, simplemente por el dinero de mi mamá, descubrí todo, desde a quienes habían contratado hasta el nombre de sus familias... Quería vengarme, quería matarlos a todos... fue ahí cuando apareció Wangji, sé que hizo cosas malas, estoy seguro de ello y no estoy orgulloso... Desde ese momento juré frente a las tumbas de mi madre y hermana que haría que ellos pagaran por todo... Era por eso que quería la empresa, esa empresa nunca le perteneció, pero aun así se dedicó a casi dejarla en la ruina, si en ese momento hubiera actuado me hubiera dejado sin nada y si se pasaba todo a mi nombre no corría el riesgo de que mi padre me lo quitara todo, por eso y después de tantos años, al fin pude lograrlo... Y todo gracias a ti — dijo tomando las manos del pelinegro quien solo se dedicaba a mirarlo.

— Gracias Zhan, gracias por ayudarme, por estar conmigo cuando lo necesité, no exagero cuando digo que salvaste mi vida, me diste una nueva esperanza y me enseñaste a querer a MeiWen, ahora tengo una hija por la cual daría mi vida y todo gracias a ti... Sé que nuestro comienzo no fue el mejor de todos, no quería mostrarte a un yo tan débil, por eso decidí esconderme detrás de esa máscara que tanto odiabas para ir a verte una y otra vez — no pudo más y sus lágrimas escaparon.

Tomó el sobre que había dejado a un lado y se lo entregó al pelinegro.

— Te juro que no mentí cuando dije que te dejaría libre en cuanto todo termine... Ya todo terminó, son los papeles del divorcio, ya los firmé así que solo faltas tú y serás libre. Si necesitas algo, solo pídemelo, lo que sea, cualquier cosa que necesites, dinero, casa, trabajo, cualquier cosa que desees, solo házmelo saber y yo te lo daré... puedes regresarte a tu casa en cuanto gustes, no tengo problema con ello — le dio una falsa sonrisa.

Su corazón dolía, pero no podía obligar a Zhan a que lo ame, amar también es saber que tienes que dejar ir lo que quieres para que sea feliz, y él entiende eso. Limpió sus lágrimas y golpeó sus rodillas con las palmas de sus manos.

— ¡Bien!, creo-creo que hasta aquí llegamos, fue un gusto haber convivido contigo Xiao Zhan — dijo estirando su mano.

Pero Zhan solo miraba el rostro del castaño mientras sostenía el sobre en sus manos. Este al ver que no la tomaba la atrajo de nuevo a su cuerpo y sonrió nervioso.

— Cuando los firmes puedes entregárselos a Lay o dármelos a mí directamente... De corazón, espero que seas realmente feliz yo-

— ¿Eres idiota? ¿Enserio piensas que voy a ser feliz? — habló por fin mirando fijamente a los ojos de Yibo.

— ¿Q-qué?, Zhan y-yo pensé-

— ¿Pensaste que podría regresar a mi estúpida vida después de todo esto? — no dijo nada.

— Responde, ¿piensas que podré hacerlo?

— Zhan yo pensé que eso querías, cuando hicimos el acuerdo en que me ayudaras, yo prometí darte el divorcio en cuanto todo acabe yo-

— Yibo, olvídalo.

— ¿Olvidar qué?

— Olvida el maldito acuerdo — dijo para dejar caer el sobre y posar sus manos en el rostro ajeno.

Lo próximo, fue Xiao Zhan atrayendo el rostro del castaño, haciendo que sus labios chocasen entre sí. Yibo abrió sus ojos de sobremanera, ¿era real? ¿Zhan lo estaba besando? Decidió creerle al momento y cerró sus ojos para entregarse a aquel beso, sus manos subieron a la nuca del menor y fue cuando en un acuerdo mutuo no hablado, ambos comenzaron a mover sus labios de manera lenta, dejándose llevar por las inexplicables sensaciones que flotaban en el ambiente en ese momento. Se dejaron envolver por aquel sentimiento cálido que comenzaba a instalarse en sus pechos, pero que transmitían en esa danza de deseo mutuo que sus bocas realizaban.

Ambos, se separaron lentamente juntando sus frentes y narices, sintiendo sus respiraciones aceleradas chocar.

— Yibo... Todo lo que dije en los votos, fue cierto... — los ojos del castaño se posaron fijamente en los de Zhan.

— Lo que yo dije, también era cierto... Haz sido lo mejor que me ha pasado — hubo un silencio en el solo se dedicaron a mirarse a los ojos.

— Entonces... ¿aún quieres estar a mi lado Zhan? — preguntó con una sonrisa.

— Creí que ya había quedado claro ese tema — ambos rieron y se unieron en un abrazo.

— Gracias por salvarme Zhan — dijo en medio del abrazo, a lo que Zhan respondió abrazándolo con más fuerza.