Un alma distinta

Traición

Llegue a mi escuela, esta mañana fue algo difícil salir de la cama, para ser sincera, toda la noche estuve pensando en la llamada del señor señor Jackson.

Hoy me sentía muy bien, ya que recibí por correo una carta de la universidad de Berkeley, me habían citado para una entrevista y eso me hacía muy feliz, ya que era en la universidad que había pensando postularme para poder estudiar lo que tanto anhelaba. Papá insistía que debía entrar a Harvard, pero no me veía mudandome a Boston, estaba demasiado lejos de California y realmente no me agradaba estudiar allí.

En fin, llegué a clases, ingrese al aula y Tory estaba ya en su lugar. Tenía un semblante de mortificación, y no dude en preguntar si le ocurría algo.

- Hola amiga - la salude con un beso en la mejilla..

- Hola Em ¿cómo estás?

- Bien ¿y tú? Luces un poco...callada, y eso es extraño en ti.

- Em, hay algo que debo decirte.

- Si, dime.

- Pues...ayer,fui a... - pero el profesor de ciencias entró e interrumpió a Tory.

- Buenos días jóvenes.

No tuvimos de otra mas que prestar atención a la clase, pero no me quedaría tranquila hasta saber que era eso que tenía que decirme.

Después de algunas horas de clase, salimos al receso. Charlabamos sobre las prácticas de la escuadra, el sábado habría juego, así que hoy debíamos venir a practicas por la tarde. Hacia tiempo que no íbamos a prácticas y tenía tantas ganas de hacerlo.

Sentía que Tory estaba divagando mucho y no hablaba sobre lo que quería hablar esta mañana.

Otra cosa que me sorprendía, es que Amber no había asistido a clases hoy, a Brandon tampoco me lo había topado -gracias a Dios-

Nos encontrabamos almorzando, Tory estaba muy seria, y eso comenzaba a preocuparme, ya que normalmente ella siempre habla y habla de todo.

- Tor...¿Estas bien?

- Hmm...si Em ¿por qué preguntas?

- Pues, desde esta mañana te te visto muy callada. Dijiste que tenías algo que decirme y no has dicho una palabra.

- Perdoname Em, tienes razón. Si hay algo que debo decirte, pero no lo haré yo sola.

- ¿A qué te refieres?

-... Hay una persona que debe de estar presente en el momento en que hable contigo.

- ¿Que persona? Tory comienzas a asustarme.

-... Amber tiene que estar presente.

- ¿Amber? Ella ni siquiera vino a clases ¿cómo pretendes que este?

- Iremos a su casa hoy después de la escuela ¿te parece?

- Bueno...creo que si, me dará gusto verla. Y asi puedo aprovechar para preguntarle que es lo que le sucede.

- Créeme, algo le sucede - ¿que era lo que Tory sabía sobre Amber? Esto estaba muy extraño.

- Oye ¿sabés algo de Dany? Hoy planeaba hablar con él, quería saber que fue lo que ocurrió ayer con Brandon.

- Los dos han sido suspendidos, mañana se presentarán.

- Oh, que pena por Dany ¿tú no sabés por qué fue la pelea?

- N-no, tal vez él te lo diga mañana.

Después de que el almuerzo terminara, teníamos clase de deportes. Pero a todas las porristas la señorita Hiks nos citó en los campos de fútbol. Sentí un poco de pereza, pues había un sol terrible. Lo bueno era que con el frío no se sentía mucho.