Un alma distinta

Fruto de amor

— Estoy tan decepcionada de ti — escuché esa inconfundible voz entre la oscuridad.

— Vivian... ¿eres tú? — pronuncié aun con mis ojos cerrados, por más que hacía el esfuerzo no lograba abrirlos, todo se sentía muy extraño.

— No puedo creer que te hayas atrevido a hacer algo como eso — sentía esa voz severa y molesta en mis oídos, pero solo la escuchaba, no lograba verla, mis ojos permanecían cerrados.

— Vivian... — movía mi cabeza con desesperación de un lado a otro, ¿por qué rayos no podía abrir mis ojos?

— Lastimaste a Emily, la lastimaste y ahora la has perdido — mencionó a Emily, ¿cómo es que ella sabía esto?

— No, Vivian no. Por favor no digas eso — sentía ya las ganas de llorar.

— La has perdido Michael... has vuelto a lastimar mi corazón. Volviste a hacerlo Michael, ¿por qué? ¿Por qué lo hiciste? — su voz se tornaba algo trémula.

— No, Vivian no, por favor — seguía con esa horrible sensación en mis párpados de no poder abrirlos.

— Emily se ha ido, y no volverá... La engañaste Michael... ¡La engañaste!

— ¡Basta! — logré despertar, exaltado y sudado. Pero quedó en mi una extraña sensación en todo mi cuerpo.

Trataba de tranquilizarme y mi respiración comenzaba a normalizarse. Miré hacia el reloj y marcaba las seis de la mañana con cinco minutos, apenas empezaba a amanecer.

¿Por qué en sueños lograba escuchar la voz de Vivian? Ella reclamaba mi engaño, el engaño a Emily... "Has vuelto a lastimar mi corazón" Esas palabras atravesaron mi alma, y no sabía si lograría olvidarlas, porque Vivian tenía razón, volví a lastimar el corazón de Vivian, pero en un cuerpo distinto, en un alma distinta.
Trate de volver a dormir, pero fue imposible, esa extraña sensación que dejó el sueño de Vivian no lograba desaparecer.
Me senté al borde de mi cama, mi ansiosa respiración se estaba controlando y yo trataba de olvidar ese sueño, que más bien parecía una pesadilla. Todo este asunto me tenía en verdad afectado, Emily se había ido y mi alma se sentía destruida por no saber a dónde. Le extrañaba maldita sea, la extrañaba con cada parte de mi cuerpo. No lograba entender cómo es que llegué a esto, cómo es que pude perderla así, por mi culpa. Mi Emily lejos de mí, quizá en un lugar extraño donde otras personas le harían olvidarse de mí y eso me mataba, pues no quería que ella me olvidara, porque al olvidarme todo sería imposible entre ella y yo.

Entonces no lo soporté, y ese llanto contenido desde que supe que se fue, explotó; me tiré sobre mi cama y dejé salir mi dolor que tanto había guardado. Imaginando esos bellos ojos que no vería más, esa voz que no escucharía, esos labios que me hacían sentir en el paraíso al besarlos. Emily, mi Emily alejada de mí, de mi vida y mi corazón. ¿Cómo podría hacerme a la idea de que no volvería a verla en mucho tiempo? ¿Qué sería de mí sin ella?

*****

Mi conmocionado corazón estaba al borde del colapso, mi mente seguía en shock después de escuchar el diagnóstico del médico que tenía frente a mí. Parpadee mis ojos con rapidez tratando de asimilar que lo que me acababa de decir era verdad, que no se trataba de un sueño. Negaba en mis adentros y simplemente creí que quizá era un error, solo un error y que las palabras del médico no habían sido las que escuché hace unos segundos.

Embarazada

Embarazada

— ¿Q-qué... qué ha dicho? — sentí como mis manos sudaban y temblaban.