"Te extrañaré"

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— He dicho que no — daba vueltas en la estancia con el teléfono en la mano, tratando de hablar con mi madre, pero ella estaba renuente — no pienso volver a ver a Joseph, no me interesa arreglar nada con él.

Hijo, él es tu padre y yo creo que...

— Mamá por favor, por favor solo deja las cosas como están... He sufrido mucho por causa de él y no pienso volver a pasar por lo mismo.

Pero...

— Nos vemos luego mamá, estoy algo ocupado.

Pero Michael...— y no me quedó más opción que cortar la llamada.

Desde la comida de Janet, mamá estuvo tratando de convencerme de que fuera a ver a Joseph, que el hombre deseaba disculparse por todo y que debía darle una segunda oportunidad. Pero no vivimos de segundas oportunidades, yo no tenía por qué buscarlo cuando el que cometió errores fue él mismo.

En aquella noche, llamé a Janet y me disculpé con ella por haber arruinado su comida de cumpleaños, ella entendió y aceptó mis disculpas. Pero sentí mucha pena por ella, solo quería pasar un momento agradable con nosotros, pero la llegada de Joseph arruinó todo.

Salí de la estancia y regresé al salón en donde había dejado a Emily.

— ¿De nuevo tu madre? — preguntó apenas me vio entrar al salón.

— Sí, insiste en que debo hablar con Joseph, pero jamás volveré a hablar con él.

—... Siento mucho que todo esto esté ocurriendo entre ustedes amor — posó su mano en mi mejilla, su tacto era realmente tranquilizador.

— No lo sientas mi amor — quité su mano de mi mejilla para depositar un suave beso — Joseph creyó que meterse en mi vida nuevamente era una buena idea. No voy a permitir que vuelva a meterse contigo, tú no... — la tomé por la cintura y la acerqué aún más a mi — tú no... no soportaras lo que alguna vez soportó... Vivian.

— Ya todo pasó cariño — ella volvía a acariciar no rostro, yo solo cerraba mis ojos dejándome llevar por sus suaves manos.

— No sabes cuanto te quiero — suspiré y deje un beso en su frente —... Pero, ¿qué tal si continuamos con lo que hacíamos? — sonreí abiertamente.

— ¡Sí por favor! — dijo emocionada dándome un beso en los labios — Te agradezco que estés haciendo esto por mi.

— No tienes que agradecer nada querida — nos alejamos para ponernos en posición.

— Claro que sí, fue complicado convencerte a que me ayudaras con la creación de nuevos pasos para mi última rutina.

— Sabes que me da vergüenza bailar frente a ti.

— Por Dios Michael, has bailado frente a millones de personas.

— Es diferente — me encogí de hombros — pero anda, comencemos entonces.

Emily había platicado conmigo hace unos días y me contó lo que le aquejaba. No podía pensar en la coreografía de su última rutina, la cual tenía que presentar el próximo domingo en el gimnasio de su escuela. Me mostró algunos bailes que ya tenía montados, muy buenos por cierto, mi Emily tenía talento para esto de las coreografías. Pero esta vez simplemente las ideas no llegaban a ella. Entonces se me ocurrió una gran idea; ayudarla con su coreografía. Inventar algunos pasos y, ¿por qué no? Prestarle unos de mis movimientos ya famosos. Ella aceptó de inmediato y comenzamos a ensayar enseguida.

El plan fue que yo la ensayaría a ella para que pudiera ensayar a su escuadra.
Mi novia era buena en lo que hacía y aprendía rápido, estaba muy emocionada de presentar la coreografía, lamentablemente yo no podría verla, pues ya estaría lejos en mi gira. Y la extrañaría tanto, no sabía como sobreviviría a estar tanto tiempo sin ella.

Un alma distintaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora