Un alma distinta

"Verdaderas intenciones"

Mi cuerpo se llenó de angustia e incertidumbre al escuchar a Tatiana. Tenía  que estár bromeando, Michael jamás se atrevería a no responder mis llamadas, tenía días sin saber de él y él de mí que podía apostar que estaba desesperado por saber de mí, pero después pensé en que debía estar demasiado molesto conmigo para no tomar mis llamadas. Es que... no, me negaba a qué Michael pudiera reaccionar de esa manera, simplemente no lo aceptaba y seguramente Tatiana se estaba aprovechando de la situación.

— M-Michael jamás haría algo como eso, estoy segura de que estás mintiendo Tatiana. Por favor dile a Michael que necesito hablar con él ahora mismo — pronuncié ya irritada, el solo escuchar la voz de esta mujer me estaba poniendo muy mal.

— Emily, ¿no has escuchado lo que acabo de decir? — seguía con esa risilla burlesca, como estaba disfrutando de esto — Michael no desea hablar contigo, me lo ha dicho.

— Es que... — sentí una punzada en mi pecho, ese debía ser mi corazón angustiado — Michael jamás haría algo como eso, lo conozco bien.

— Pues yo creo que no lo conoces del todo, por lo menos no cuando algo en verdad le molesta. Y... yo sé lo que tú le has hecho.

— ¿Y-yo?

— ¡Sí! Te fuiste de Neverland sin siquiera decírselo de frente, así no es como actúa una mujer madura Emily.

— Y-yo no...

— Sí, no podrías convivir conmigo en un mismo techo, ¿no es así? — resoplo — Pues tu impulsividad al hacer las cosas ha hecho a Michael rabiar, de verdad está molesto. Él lo habló conmigo e hice lo que estuve en mis manos para hacerlo sentir mejor — no por favor, el solo pensar que ella pudiera "hacerlo sentir mejor" , me mataba por dentro. Estaba segura de que ella aprovecharía estos momentos para estar a su lado — Conozco a Michael desde hace años y sé... lo que le pone feliz en días tristes.

— Sí, imagínate lo que tuvo que hacer cuando te acostaste con su propio hermano — dije con ironía.

— Eso ya es historia, Michael ha perdonado mis errores. Pero ahora tú eres la novia en turno, querida. Debes cuidar lo que haces si no quieres que Michael se decepcione de ti.

— Yo... solo lo hice porque la convivencia contigo sería bastante desagradable, no quería que él estuviera tenso.

— Pues ahora lo está. Te has ido de Neverland de mala manera y ahora él está molesto contigo, ha dicho que no te llamará ni responderá ninguna de tus llamadas. Si no me crees, podrás corroborarlo cuando gustes.

—... No te creo nada — dije mientras limpiaba con furia una lágrima que resbalaba por mi mejilla — Michael no es así. Puede que esté molesto conmigo, pero él nunca rechazaría una llamada mía y tú de seguro estás mintiendo.

— Puedes creer lo que quieras, yo solo estoy cumpliendo con las órdenes del amo de esta casa. Mientras tanto yo me encargaré de que su ánimo mejore, te prometo que lo haré sentir mejor y... — no pude más, no pude seguir escuchando a esa mujer y sus palabras llenas de  satisfacción por lo que estaba pasando entre Michael y yo.

Después de colgar con furia el teléfono, me deje caer en la silla del escritorio y comencé a llorar, sentía como si una gran roca estuviese atascada en mi garganta, que dentro de mi pecho tenía un mar agitado que debía dejar salir y lo hice. Incliné mi cabeza en el escritorio de papá y dejé salir mi llanto. En mi mente solo veía imágenes de Michael con Tatiana, riendo y disfrutando y de cómo él podía estar molesto conmigo; me aterraba el simple hecho de pensar que ella estaría tocándole, abrazándolo y... un sin fin de cosas, cosas que solo yo hacía con él. Y ahora, ella estaba en mi lugar.