Ser independiente

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Tory y su mamá eran tan amables, me habían ofrecido la habitación de huéspedes y me permitieron quedarme el tiempo que fuera necesario.
No podía evitar sentirme una arrimada, después de todo estaba invadiendo la intimidad de mi amiga y de su madre. Pero me hicieron sentir bien, en especial Tory, que desde que llegué no se iba de la habitación para estar conmigo y apoyarme ahora que me sentía tan mal.

Estábamos en la cama charlando de lo que había ocurrido en mi casa, le conté todo a Tory y ella me consoló con sus palabras y ofreciéndome su hogar.

— No puedo creer que tu padre ya esté enterado de todo.

— Ni yo — musite — jamás creí que mi relación con él se fuera a la decadencia.

— Me impresiona el hecho de saber que además de todo, le confesaste a tu padre tus sentimientos por Michael.

— No se como, pero solo salió así. Creo que el que papá lo ofendiera, hizo que soltara toda la verdad. No me pareció justo que papá lo juzgara sin conocerlo.

— A mi tampoco me parece justo, Michael es todo lo contrario a lo que tu padre cree.

— Lo sé.

— Emily, perdóname que insista, pero debes decirle a tus padres lo que Brandon trató de hacerte. Si tu papá supiera que Michael te ayudó esa noche tal vez cambiaría su perspectiva. Se arrepentiría de lo mal que ha juzgado a Michael.

— Eso ya es lo de menos Tory, ya no tiene importancia que papá y mamá sepan todo eso.

— No es lo de menos Emily; Brandon fue el culpable de todo esto, se merece que tus padres lo metan preso.

— Ahora no puedo pensar en eso — me reincorpore de la cama — ahora que salí de casa, no se que haré Tory. Necesito... necesito buscar un empleo — bajé mi mirada — no puedo estar en tu casa sin aportar nada.

— Emily, jamás has trabajado en nada ¿crees que puedas hacerlo sin descuidar tus estudios?

— B-bueno, serán consecuencias por lo que hice. Debo asimliar que esto de vivir sin la ayuda de mis padres no será sencillo.

— ¿Y dónde piensas buscar empleo?

— Yo n-no lo sé Tory, pero debo hacerlo.

Esto sería mas difícil de lo que pensé, pero debía aprender a conseguir todo por mi misma.

*****

Se desató la furia del señor Harris al ver a quién se encontraba en el pórtico de su casa.

— ¡Larguese de aquí!

— Señor por favor — pidió Michael — quiero... entender su molestia hacia mi, pero si me dejara hablar con usted le explicaría muchas cosas. Entre ellas...

— ¿Qué me explicará? ¿El como sedujo a mi hija?

Michael frunció el seño y una sensación de preocupación invadió su cuerpo y mente.

— Disculpe ¿qué dice?

— Sabe perfectamente a lo que me refiero. Se atrevió a seducir a mi hija de dieciocho años, sin importarle que le dobla la edad. ¿Cómo puede tener tanta maldad?

—... Mire, las cosas no son como usted se las esta imaginando señor Harris, yo... quiero a su hija, y tal vez mi edad sea un problema y motivo de preocupación para usted. Pero tampoco soy un viejo, ni mucho menos le haría daño a su hija.

Un alma distintaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora