Un alma distinta

Emily vuelve a casa

Emily por fin conocía al esposo de la mujer que le salvo la vida. ¿Que impresión tendría Michael al saber toda la verdad?

— ¿A que te refieres con que gracias a mi esposa tuviste una segunda oportunidad de vivir? — sus ojos miraban confundido a la joven en silla de ruedas.

— Pues yo estaba muy enferma de mi corazón — Michael escuchaba y comenzaba a entender — ya había perdido la fe, hasta que me dieron la noticia de que ya había un nuevo corazón para mi y... y era el de su esposa señor Jackson — decía con un brillo en los ojos y una gran sonrisa — por eso les doy las gracias a usted y a ella por este gran regalo de vida señor.

Hubo un gran silencio, Michael se toco el puente de la nariz y miró a Emily fastidiado.

— Para tu información — por fin hablo — yo no estaba de acuerdo con que se profanara el cuerpo de mi esposa para regalar sus órganos a extraños. Ella firmo unos documentos a mis espaldas donde decidía que hacer con sus órganos al morir.
A mi no me des las gracias de nada muchachita — sus ojos la miraban con enojo, enojo que estremeció a Emily — a mi no me importa si tuviste una oportunidad mas de vida, a mi esposa nadie le dio una segunda oportunidad.

— S-señor... yo — titubeó Emily.

— Yo estoy atravesando por un dolor muy grande y tú vienes y me das las gracias por tener el corazón de mi esposa en tu cuerpo — la señaló furioso —¿Adivina que? Eso no me hace feliz, TÚ no eres mi esposa solo te adueñaste de un órgano que era de ella; y no, eso no me hace feliz.
Ahora me largo de aquí.

Emily asustada comenzó a alterarse un poco, sus lagrimas la traicionaron y sollozaba abrazándose a si misma. Le dolieron mucho las palabras de ese hombre, jamas pensó que aquel artista del que tan bien se expresaban; fuera en realidad un tipo grosero e irrespetuoso.

Rompió en llanto el cual conmovió al medico que había salido con Michael.

— Tranquila jovencita — el doctor trato de calmar a Emily — hay que tratar de comprender al señor Jackson, ha perdido a su esposa hace apenas una semana.

— Lo se — decía mientras limpiaba las lagrimas de sus ojos — pero no sabía que me odiaba tanto por tener el corazón de su esposa.

Emily se sentía muy triste. Nunca se imagino que Michael tomara las cosas así, ella estaba muy emocionada por conocerlo y poder agradecerle. Pero no fue así, Michael estaba tan concentrado en su dolor que no tenia idea de lo mucho que la hizo sufrir con sus palabras.

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Michael llegó a la camioneta junto con sus guardaespaldas. El encuentro con Emily le había resultado desagradable; había dicho que no quería conocer a la joven a la que le fue donado el corazón de su esposa y casualmente se encontraron.

Al llegar a Neverland subió a paso veloz hasta su habitación, puso seguro a su puerta, se sentó al borde de su cama y de nuevo las lagrimas ya se asomaban por sus marrones ojos. La muerte de Vivian aun estaba muy reciente y el conocer a esa joven, le revivió momentos dolorosos.

Tenia en sus manos la bolsa de plástico que contenía los objetos de Vivian, la miraba al mismo tiempo que sus lagrimas ya inundaban sus ojos.

Los golpes en la puerta de su habitación interrumpieron su amargo momento. Era Frank, que pudo darse cuenta de lo mal que llego Mike.

— Michael ¿estas bien? — pregunto del otro lado de la puerta — ¿Michael?

Michael se levanto de su cama, limpió sus lagrimas y abrió la puerta dando paso a Frank.