Citas a ciegas

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Ayla

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Ayla...

El mecanismo que nos habían explicado al ingresar era sencillo. Las mesas estaban ubicadas en cubículos, donde se tapaba a quien estaba sentada. Y no dejaba ver quien llegaba. Las personas rotaban cada 10 minutos, dando la opción de quedarse en la mesa o rotar a la siguiente si lo deseaba.

Mi mesa era la numero 7 y la de Magg era la numero 6. Pedimos quedarnos juntas. Mientras me acomodaba en la silla, me decía a mí misma que esto podría ser divertido y que tratara de no ser yo. Porque yo sabía que, era un poco cruel.

Para resguardar la identidad, y porque sinceramente de algunos no recuerdo el nombre, vamos a usar apodos.

Primer victima...

Su nombre no lo recuerdo asique lo llamaremos "El pequeño DT".

- ¿Eres republicana verdad? - me pregunto sin siquiera saludarme.

Lo mire desconcertada por la pregunta que había iniciado. Cuando lo observé con más cuidado me di cuenta. Era uno de esos seguidores del presidente Donal Trump, con toda su "conservación"

-Adivina- le sonreí sensualmente. Si iba a estar aquí en contra de mi voluntad, al menos me divertiría.

-Tienes cara de ser republicana y la madre de mis hijos-

-Claro cariño, y mis padres vendrán de México a pasar navidad con nosotros. Y a la pequeña la llamaremos Rosa-

Punto extra, por la cara de desagrado que puso el pequeño DT.

El timbre sonó, y se fue enfadado.

Segunda victima...

El buen samaritano estaba frente a mi.

-Hola, ¿Cómo te llamas? - le sonreí, me pareció atractivo.

-Mi nombre es Dylan, ¿no estás muy provocadora? -

Alce una ceja, haciendo que abriera sus ojos muy grandes.

-Solo es una pregunta, la provocación es pecado-

"No jodas, fanático religioso"

- ¿Pecado? - me hice la desentendida.

-Si pecados, como la homosexualidad, el aborto, etc-

Se prendio una lámpara en mi cabeza.

-Oh sí, eso es un gran pecado. ¿Me ves bonita? - le dedique una sonrisa angelical.

-Te ves muy hermosa- tomo mi mano.

¡Si lo que quería!

-Bueno, te puedo contar un secreto-

-Claro bonita-

Le hice una seña para que se acercara sobre la mesa – soy... transexual-

La palidez que adquirió su piel, me hizo descoserme de risa en la silla. Se había quedado parado mirándome, como si no fuera real.

Los chicos de mis libros  💎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora