¿Qué tal?
Mi nombre es Ayla López, tengo 22 y estoy completamente jodida
¿Por qué?
La respuesta está compuesta de tres puntos. Déjame iluminarte en esta historia que quizás es real, o quizás también es parte de mi imaginación.
1)-Es simple, cada...
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Sonia...
*Meses atrás*
-Preciosura, ¿nos vamos?- estiró su mano hacia mi.
-¿Estás seguro de esto?-
-Claro preciosura, solo seremos tú y yo... Como Bonnie y Clyde-
Siempre me hacía reír con sus boberías. Tome la maleta armada con apuro que hice y nos fuimos.Era el chico perfecto, pelo castaño, sonrisa de ángel y voz seductora. Después de un par de semanas. Desapareci....la tierra me trago.
Me sentía enamorada, juro que no pensé que esto me pasaría a mi.Cruzarme con un ser tan repulsivo y frío como él. Me atrajo con su simpatia, sos ojos negros me envolvieron y su manera de ser me atrapo.
Me convenció de escapar con él, que nos iban a separar si se enteraban que estábamos juntos y demás mentiras. Me convertí en cómplice de crímenes.
Asesinatos de personas inocentes que solo habían elegido el camino incorrecto, la calle equivocada, el parque que no era, la hora equivocada. Pude irme en cualquier momento, pero mis manos ya estaban manchadas.
"Estás tan hasta el fondo como yo preciosura"
Me enteré de que mamá me estaba buscando, lo hice. Y si quise decirle que estaba bien, pero no podía. Su hija ya no era la misma.
Espero que un día alguien me perdone
*Actualidad*
-¿Estás lista preciosura?- él acomodaba mi ropa mientras su hermano y el otro sujeto me miraban.
-No... no lo se, ¿por qué quieres que hable con ella?-
-Porque es el cachorrito de mi hermano, y la quiere- acaricio mi mejilla -Ya te explique eso preciosura-
-Pero, Ayla... ¿No tiene novio?-
-ES MÍA- el otro sujeto se alteró.
-Cálmate Ian- dijo el hermano de mi novio.
-Dile a esta mocosa que no haga preguntas idiotas- me señaló.
-'Preciosura, todo va a salir bien- beso mi frente -lo prometo-
-Okay- me sentí más cómoda. - ¿me repites que tengo que hacer?-
Mis ojos se clavaron en su hermano, siempre me dio miedo, desde el día en que me lo presentó. Su gran altura e imponencia, el vacío en su mirada, las veces que lo vi matar porque alguien no lo complacía. De repente todo cambió.
Su semblante se suavizó un poco, y hasta algunas noches volvía a casa sonriendo. Cuando le preguntaba a mi novio decía que había visto a su chica, jamás supe nombres.
Hace 8 días, nos encaminamos hasta aquí. Atenas. Luego llego Ian, el tipo con mal carácter, ambos se mantenían encerrados en una oficina todo el tiempo.
