¿Qué tal?
Mi nombre es Ayla López, tengo 22 y estoy completamente jodida
¿Por qué?
La respuesta está compuesta de tres puntos. Déjame iluminarte en esta historia que quizás es real, o quizás también es parte de mi imaginación.
1)-Es simple, cada...
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Noah...
Me sentí un pedazo de mierda, durante todo el domingo. Las cosas que le había dicho a ella no eran verdad en absoluto. No quería tratarla de esa manera. Ni siquiera pensé en ella cuando lancé toda esa mierda. Lydia me había destruido por dentro. Y estaba roto, pero eso no fue excusa para nada.
Mis hermanos me habían ignorado desde que salimos del edificio. El día lunes me levante con muy pocas ganas de ir a la universidad. No tenía intenciones de desayunar por lo que opte ir a la cocina a buscar solo una fruta y una botella de agua para llevarme.
-Noah- Aless me llamo.
-mmhm-
-No te acerques hoy a Ayla-
-lo que tú digas- ironice.
-Te hablo de verdad, no le dirijas la palabra. No estas incluido en nuestros planes. - siguió comiendo sus panqueques.
- ¿Planes? - me reí – Creen que ella va a aceptar esa mierda de poli amor que quieren tener.
Un golpe en la mesa hizo que me callara.
-No te interesa lo que vayamos a hacer con ella. No le hables y ya.- Enzo me ordeno.
Todos me miraron con disgusto.
-Dijimos que lo haríamos todos, no me pueden dejar fuera de esto. ¡NO ES JUSTO! - el tono en el que hablo hizo que me diera cuenta que hablaba enserio.
-Ese trato termino en el momento que ella derramo una lagrima por ti- Bruno hablo muy tranquilo. - eres el jodido problema aquí.
- ¿Yo soy el problema? ¿Y qué hay del psicópata de Jano? - lo señale – LO VAN A DEJAR A ÉL, QUE PIERDE EL CONTROL CON NADA. - respire con dificultad – Y PODRIA MATARLA SI SE DESPIERTA ENOJADO-
-Cálmate- Ezek se acercó a mí, poniendo su mano en mi espalda. Ayudando a qué el aire volviera a mis pulmones. - ¿Cuándo volvieron? -
-Nunca se fueron Ezek- tosí.
Los ataques de asma se producían cuando tenía un nivel muy alto de ansiedad o de estrés, el hecho de que no la pudiera tener había activado todas las alarmas en mí. Volviendo mis pulmones inútiles.
-Respira- sostuvo mi peso, recargándome en su hombro. – Si estas incluido, pero a la primer mierda que hagas, te largas a Alemania de nuevo. –
Mire a mis hermanos, quienes simplemente aceptaron.
-Me voy, no tengo ganas de convivir más de lo necesario con ustedes-
Necesitaba alejarme de ellos, no me gustaba la idea de tener que compartirla, pero si era la única opción. No me negaría.
Llegue al campus, y fui directo a su edificio, ya que el de Psicología estaba lejos del mío. Vi a su amiga, pero no a ella.
