¿Qué tal?
Mi nombre es Ayla López, tengo 22 y estoy completamente jodida
¿Por qué?
La respuesta está compuesta de tres puntos. Déjame iluminarte en esta historia que quizás es real, o quizás también es parte de mi imaginación.
1)-Es simple, cada...
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Ayla...
Me desperté cuando sentí algo que me estaba apretando con gran fuerza. El sol aún no había salido, por lo que calcule haber dormido unas dos horas. Levante un poco la cabeza para ver que estaba durmiendo sobre Bruno. El brazo que me apretaba era del otro rubio, que estaba a un lado.
Su puño se había puesto blanco sobre mi piel y empezaba a doler. Se movía un poco, por lo que pensé que estaría soñando. Intenté que me soltara, pero no lo conseguí.
-Es una pesadilla- me gire hacia donde provenía la voz.
-Lo..lo siento- susurré -no quería despertar a nadie-
-No he dormido mucho en esta posición- Ezra se levantó del pequeño lugar que le habían dejado sus hermanos. Cuando se estiró un poco me dejo ver su hermoso abdomen y sus brazos definidos.
Mordí mi labio por los pensamientos que cruzaron por mi cabeza. Pero el dolor regresó, haciéndome jadear.
-Auch- suspiré viendo mi brazo un poco más colorado.
-Te voy a ayudar a quitarlo- se arrimó al borde donde estaba durmiendo Eric -Y luego te sujetas de mi-
Asentí, pero cuando baje un poco la sábana me di cuenta que estaba desnuda, completamente - No tengo nada puesto-
-Mejor- me sonrió de forma descarada.
-Pervertido-
-Contigo siempre cariño-
Su mano llegó a donde estaba yo, y con un poco de fuerza, pero siendo suave. Quito la mano de su hermano. -Listo, ven- sus largos brazos se estiraron tomándome.
-¿Qué crees que haces?- Bruno habló cuando Ezra me estaba levantando.
-Me la llevo. Vuelve a dormirte-
Bufó y cerró los ojos de nuevo. A veces tenía actitudes de niño caprichoso que me hacen reir. Cuando me tuvo en sus brazos, hundí mi cara en su cuello. Aspirando su olor corporal.
-Canela- sonreí. Lo escuché reír mientras salíamos del cuarto. Caminamos por el pasillo y entramos a otra habitación, él me sentó en la cama y se fue hasta el armario.
-Esto te va a quedar- me extendió una camiseta -Vamos a ver ese brazo- se puso de rodillas frente a mi. Estaba roja, y un poco irritada. -¿Duele?- toco y reprimió una mueca de fastidio
-Un poco, pero mañana estará mejor-
-Bueno, ¿quieres dormir conmigo o busco a Eric para que venga?-
Lo mire confundida - ¿No quieres dormir conmigo?-
Dejó escapar el aire de sus pulmones de manera sonora -Si quiero, pero sé que ellos son más im... -
