Los chicos de mis libros 💎

La tormenta(II)

Ayla...

Me desperté en los brazos de alguien, me sentí cómoda. Por lo que cerré los ojos de nuevo.

-¿Despertaste?- ame abrazo -Has dormido todo el día y la noche-

-¿Dónde estamos?-

-Seguimos en el psiquiátrico, en tu oficina- levanté mi rostro encontrando a Jared, que me abrazaba.

-Él...- mis ojos picaban.

-Sh, no pienses en eso-

-Voy al baño- me levante y al pasar, vi al 34 de espalda a mi, mirando los libros. -Hola-

-Buenos días doctora- levantó su mano -¿Alguien tiene un móvil?-

-Yo- un guardia se acercó a entregárselo.

Entre y lo primero que hice fue ir al lavabo donde me lavé la cara, quitando sangre seca. Como era de esperarse, el maquillaje también desapareció. Me hice un moño con una liga que tenía en la muñeca, respire y salí.

Los guardias murmuraban entre ellos, las puertas eran golpeadas con fuerza. Todo se detuvo, los 5 giraron hacia mí, viendo las marcas moradas en mi cara y mi cuello.

-Ayla- Jared llegó a mi -¿te duele mucho?- negué.

-¿Qué debería dolerle?- se giró y lo vi.

Jano...

No sabíamos nada de ella desde ayer, lo último que vi fueron sus ojos azules sin vida. No era ella, estaba pálida y sin brillo. Estaba en su habitación, recostado en su cama.

-Jano, está sonando tu móvil- Magg me hablo desde la cocina.

-No quiero hablar con nadie-

-Es tu hermano-

-Menos- me tape la cara con una almohada.

-Dice que es importante- la rubia me descubrió el rostro y me paso el movil -no te comportes como un niño-

Lo tome de mala gana y le saque la lengua, ella respondió mostrándome el dedo del medio mientras salía del cuarto.

-Si eres Bruno, muérete. Si eres uno de los trillizos, te mato con gusto. Si eres Noah, tirate a un pozo, y Aless, a ti te veo en el infierno- respire -Si eres Eric, no se nada de ella-

-Hermanito-

Su voz hizo que me levantara de prisa -¿Loan?-

-El mismo... Hace tiempo no hablaba contigo, ¿cómo va todo con los demás?- su risa irónica -¿te comieron la lengua los ratones?-

-No estoy de humor para tus psicopatías Loan, estoy ocupado-

-No estoy bromeando, Ayla está aquí conmigo-

Me levante agitado -¿que dices?-

-Que tu novia, a la que por cierto, me gusta bastante. Esta encerrada en el psiquiátrico con un montón de locos queriendo entrar a cortarle la cabeza-

Mentía, no podía ser ella.

-¿que debería dolerle?- su voz se oyó un poco lejos del móvil. Y luego la llamada se cortó. Me desesperé y comencé a marcar de nuevo, pero nadie atendía.

A toda velocidad salí del apartamento, buscando otro contacto.

Un pitido... responde maldito idiota

dos pitidos... es urgente, ella nos necesita.

-Hola-

-Bruno, está en peligro-