Anotación

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Alessio

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Alessio...

-¿Estás seguro de esto?- el rubio a mi lado no respondió. -Si te das cuenta que estamos haciendo invasión de propiedad-

La cerradura por fin cedió y la abrí - ja, no he perdido el toque-

Rodó los ojos y entró al lugar, largue un suspiro ante su falta de buen humor. Estaba irritado desde hace varios días, desde que Ayla pasó la noche con las copias. Sabíamos que tarde o temprano iba a suceder, y aunque Jano nos haya explicado que no pasó nada. Mi hermano no le creyó.

Fuera de eso, las siete semanas que llevábamos saliendo con ella, habían sido las mejores en años. Mis hermanos habían dejado de vivir en el departamento, para volver a casa. Estábamos todos juntos otra vez y eso me hacía bien, Ayla pasaba algunas noches ahí también. Al final la vida nos empezaba a sonreír un poco, después de tantos malos tragos que tuvimos.

-¿Qué vamos a hacer ahora genio?- me senté en el sofá donde estuvimos hace un par de semanas.

-Esperarla- se puso a inspeccionar la biblioteca que había en una esquina - ¿por qué no te aprendes los planes nunca?-

-Porque somos un equipo, tú el listo y yo el delincuente-

-¿Sabias que es escritora?- lo vi tomar un libro - interesante.

-Me lo dijo Jano, la investigó a fondo antes de meterse en esta locura-

-Los coleccionistas- leyó el lomo - creo que me lo llevaré para ver el talento de nuestra chica- lo puso en la mesa que había frente al sofá y se sentó a mi lado. Recostó su cabeza en el espaldar y cerró los ojos.

-¿Te gusta?-

-No sabes cuanto- lo oí suspirar - es como si cada vez que la veo sonreír, le quita un clavo al ataúd donde estoy encerrado.-

-Me siento débil a su lado- frote mis ojos - pero no me importa en absoluto-

Una pequeña sonrisa apareció en su rostro- ¿sabes qué Enzo se deja abrazar por ella?-

-Los vi el otro día, y casi me da un ataque-

Nos volvimos a quedar en silencio, esperando que ella llegara. Un par de horas más tarde, sentimos unos pasos y unas llaves intentando abrir la puerta.

-Si yo te había dejado cerrada a ti- le hablo a la cerradura - que raro.

Entró despreocupada, se sacó los tenis; lanzándolos al lado de la entrada y camino al refrigerador. Tomó una botella de agua y la bebió por completo.

-Hola- mi hermano se levantó llamando su atención.

-JODER- el recipiente cayo al suelo. -¿Que hacen aqui?-

-Sorpresa- alce mis manos.

Se quedó en silencio mirándonos.

-No vas a saludarnos- el rubio a mi lado se acercó a ella.

Los chicos de mis libros  💎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora