Los chicos de mis libros 💎

Trillizos

Ayla...

El hecho de salir con una persona de nuevo era algo que me asustaba mucho, pero salir con 8. Eso me estaba haciendo colapsar un poco. Porque todos eran muy diferentes y al mismo tiempo tan parecidos.

El día martes a la salida de la universidad estaba esperándome Enzo recargado sobre la puerta de un Lotus Evija color negro.

-Hola Amare- puso una sonrisa de lado.

-¿Latin?-

Asintió victorioso.

-Yo también debía ponerte un apodo, lo pensé toda la noche. Y elegí uno que solo tu entendieras-

-Me parece divertido y muy original-

-Ven- tomo mi mano acercándome a él.

Levante mi cara para encontrarme con unos ojos verdes que me observaban con atención. Pase mis manos por su pecho, abriendo un poco su camisa para ver el tatuaje que se esparcía desde su cuello a su pecho.

-Lindo-

-Tu eres linda- beso mi frente. - ¿Qué quieres hacer ahora? -

- ¿Tu qué quieres hacer? –

- ¿Quieres ir a caminar por el parque? -

- Sip-

-Bueno, pero primero debo cambiarme. ¿Me acompañas a casa? -

-Claro, no tengo problema-

Abrió la puerta del copiloto para mí, subí y el cerro. Paso por adelante del coche, lanzándome un beso por el parabrisas y se metió en el asiento del conductor.

- ¿Vives solo? –

Negó con la cabeza mientras conducía.

- ¿Entonces? –

-Tengo dos casas, una es la de mi familia. Donde viven mis hermanos menores. Por otro lado, tengo un departamento con mis copias. Iremos al apartamento. –

- ¿Y el resto de tu familia? - toque mis manos un poco nerviosa.

-Mis padres murieron hace mucho, mis abuelos igual. Solo me quede una tía que vive en Alemania-

-Lo siento- alce mi mano, acariciando su mejilla.

Él me sonrió. – No te preocupes amare, paso hace muchos años. –

- ¿Y dónde queda ese apartamento? -

-En el centro, ya estamos por llegar-

-Okay-

El coche se detuvo frente a un gran edificio vidriado. Enzo bajo y se apresuro a abrir mi puerta.

-Que caballero- sonreí.