Ayla...
Me había puesto el mismo vaquero que llevaba el día de ayer, y arriba un suéter de Ezek, porque el mío no se había alcanzado a secar. Llevaba el pelo suelto y las gafas, con mi laptop y una pequeña libreta.
En el camino Enzo me había preguntado unas mil veces si quería su compañía. Y yo le expliqué otras mil más que en primer lugar, no lo dejarían pasar; segundo, que sabía cuidarme sola ; y tercero, que un guardia me iba a acompañar todo el tiempo.
En este tipo de instituciones, se tomaban muy en serio la seguridad tanto de los profesionales, visitantes, practicantes y con mayor cuidado, el de las personas que vivían ahí.
El psiquiátrico contaba con 4 plantas hacia arriba y dos subsuelos. En los pisos sobre el nivel de la tierra había todo tipo de pacientes con diferentes patologías. Mientras que en los pisos subterráneos estaban los convictos que habían sido declarados con enfermedades mentales.
Las rejas se abrieron e ingresamos en el deportivo a las instalaciones. Era un lugar agradable a simple vista, con un hermoso jardín lleno de rosas tanto blancas como rojas. El coche se detuvo frente a las escalinatas que daban a la entrada.
-¿Nerviosa?-
-No sabes cuanto- me quite el cinturón de seguridad.
-Seguro te va genial- se acercó a besar mi frente - pero, si no estás totalmente confiada, dimelo y huimos- susurro en mi oído-
-Segurisa amor- le sonreí.
-Me gusta ese nuevo apodo-
-Adiooos-
-Adiós amare, vendrá a recogerte Eric-
-No lo creo, me pediré un Uber- baje del auto.
-No queremos que estés sola-
-Puedo sola-
Arrugó la frente y esa fue mi señal de despedida. Había aprendido que cuando Enzo se enojaba primero arrugaba la frente y luego lanzaba su ira. Subí las escaleras y me dispuse a tocar la puerta.
-Buenos días señorita López- una mujer de uniforme gris abrió al primer toque que di.
-Buenos días-
Alce mi mano para saludarla, pero esta la miro y luego se hizo a un costado para dejarme pasar. Me pareció descortés pero no había venido a aquí a hacer amigos. Simplemente completar las prácticas.
-Venga conmigo-
Asentí.
Me llevó por un pasillo lleno de puertas con una ventana grande que iba desde la mitad hacia arriba. Cada una con un número.
-Estos son los cuartos dobles, aquí simplemente duermen pacientes que tienen permitido salir en el día.-
-¿Las habitaciones son mixtas?- saque mi anotador.
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Los chicos de mis libros 💎
Teen Fiction¿Qué tal? Mi nombre es Ayla López, tengo 22 y estoy completamente jodida ¿Por qué? La respuesta está compuesta de tres puntos. Déjame iluminarte en esta historia que quizás es real, o quizás también es parte de mi imaginación. 1)-Es simple, cada...