Colapso

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Jano

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Jano...

Salí corriendo detrás de la camioneta, por siete cuadras. Pero la perdí en un giro. Necesitaba llegar a ella, necesitaba bajarla de ese coche. Solo tenía que hacer una cosa, protegerla de él, pero le falle, y me sentí totalmente inservible.

Loan llegó a donde había quedado varado. Y volvimos a la mansión, en el camino ninguno de los dos habló. Pero se que pasaba por su cerebro, yo también lo estaba pensando. Un golpe desde la baulera me distrajo.

-¿Qué llevas?- enarque una ceja.

-Un juguete- sonrió de manera ladina -un juguete que va a aprender a hablar-

-¿Quieres ayuda?-

-¿Quieres ayudarme?-

Ni siquiera lo pensé. -Si-

-Llama a los demás, los vemos directamente en el aeropuerto-

Tomé mi móvil y marqué el número de Bruno. -Hola-

-Dime-

-¿Cómo está Noah?-

-Dormido, se desmayó cuando lo golpee en la cara-

-¿Era necesario el golpe?-

-Estaba entrando en un estado neurótico Jano, sabes qué él nunca los pudo controlar- suspire -¿Tu como estas?-

-Enojado-

-No fue tu culpa, nadie es culpable-

No respondió.

-Dile a todos que los vemos en el avión, tenemos que volver a casa-

-Ok-

Me concentré en mirar por la ventanilla, tratando de poner mi mente en blanco. Olvidando el hecho de que había perdido el puto oxigeno que necesitaba para respirar. Porque Ayla se había convertido en eso. Era el aire me hacía falta, el cable a tierra que tenía y nos mantenía cuerdos.

Cuando me di cuenta estábamos parados frente al Jet, mi tía tenía a Felix alzado y a Alma de la mano. Mientras Jake se encontraba con los ojos rojos detrás. Salí de la camioneta y caminé a la parte trasera. Loan fue por el otro lado, y al abrir la compuerta.

Me encontré a Sonia con una mordaza improvisada y una soga atada a sus muñecas.

-¿Es ella?- Bruno apareció detrás, indiferente como siempre.

-Si, esta zorra sabe algo- el mellizo sacó a la muchacha a la fuerza, haciéndola caer al suelo. Ella comenzó a sollozar, lo que me pareció absolutamente patético.

Mi hermano se agachó frente a ella-Vas a ser buena chica, te vas a comportar. Limpia tu idiota rostro, y sube a ese avion sin chistar.- la tomó del mentón -y no llores, que aún no hemos jugado contigo- sus labios se curvaron de manera inocente.

Los chicos de mis libros  💎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora