El don del amor

Capitulo 5 La seda de Avalon

-¿como pudimos haber sido tan descuidadas?-pregunto Lena a sus amigas  y compañeras de aventura - tuvimos que haber sido más precavidas con ella- 

-todo tiene solución Lena, solo dame unos minutos y encontraré la oruga correcta- Sam tenía medio cuerpo metido entre los arbustos, planeaba hacer una buena vestimenta para Kara - en esta temporada del año hay muy pocas orugas de seda- Alex veía a su mujer muy decidida por realizar la buena acción y solo sonreía negando con la cabeza, Sam se tomaría toda la tarde y la mañana haciendo una buena capa para Kara 

- Sam ¿y si no son los únicos? ¿ Y si ya hay precio por su cabeza o las nuestras?- si el rostro de Lena hubiese podido mostrar preocupación lo mostraría, pero su don solo dejaba ver su apasible rostro buscando una solución rápida a su infortunio  

- ya está, aquí las tengo- sam se sentó con carrete y ganchos listos para comenzar a tejer - ahora sí oruguitas, pongan ese lindo culo a trabajar- 

Se escuchó la respiración pesada de Alex, miraba a su morena esposa con lujuria comenzando a desabotonar su traje de cazador - oh Sam, no sabes cómo me pone verte tejer- sin esperarlo se abalanzó sobre su mujer con la mirada atónita de Lena y kara que no estaban a más de un metro de ahi, las prendas comenzaron a volar por todas partes - oh Sam!-  

-ellas van a.....?- pregunto la rubia impactada por lo que veían sus ojos

- si- contestó cantarina la princesa -tengo qué hacer algo-

Kara que era un poco curiosa no desvió la mirada a ninguna parte, pero Lena ya acostumbrada tenía primero que encontrar una solución  a su reciente problema así que con paso presuroso se interno en el bosque - Lena, Lena donde vas? Piensas dejarme con esas dos cachondas? - 

- estoy buscando la puerta que marque hace ya mil años, no puede haber dejado de existir- Lena tocaba en los troncos de los árboles para saber si era el árbol correcto, Kara la seguía no muy lejos, el último encuentro con aquellos cazadores la habían dejado un poco asustada

-lena, cuántas generaciones de árboles tuvieron que haber muerto y vuelto a nacer solo para formar este bosque, ningún árbol puede vivir tantos a....- 

- aquí esta- dijo con un tono de felicidad - ven señorita Kara, tengo que ponerte un disfraz con un hechizo, iremos a un lugar lejano, y tal vez nos reconozcan- lema le coloco una capucha de tela vieja y toda la cual comenzó a cambiar de aspecto en cuanto cubrió el cuerpo de Kara

- me estás diciendo que puedes hacerme un hechizo para transformar me, pero no para vestirme, que conveniente- 

-las cosas no funcionan como en tu mundo te lo recuerdo, en mi mundo la ropa nos define y con ella podemos saber de dónde eres y a dónde vas, a qué te dedicas y cuan importante eres.... Las telas guardan nuestra escencia y nuestra energía- el vestido que llevaba lena era verde desteñido de una tela parecida al terciopelo, con corte muy bonito y  algo medieval, se notaba que fue una hermosa prenda en sus tiempos, su corte daba a enteder que Lena era una persona muy rica, nunca puso en discusion su importancia en ese mundo magico

-bueno, ahora sé porque te gustan tanto esas garras que usas- lena movio sus manos sobre kara mientras susurraba algo 

-no te burles señorita danvers, en cuanto recupere mi poder mi ropa también cambiará... ¿Estás lista?- pregunto Lena otorgando su mano a su acompañante, Kara no entendía porque el tacto de Lena le daba tanto confort y paz - sujetate fuerte, sentirás un poco de vértigo-

-claro- tomo su cálida mano y giraron hacia la puerta pintada con pintura dorada, Lena coloco su otra mano sobre está y comenzó a recitar algo en un idioma desconocido mientras la puerta briillaba de color dorado, pronto Kara sintió un retortijon en sus entrañas cuando fueron succionada por el túnel de luz, cuando Kara volvió a sentir el piso bajo sus plantas ya se encontraban en otro lugar