Capítulo 22 El despertar de la reina

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–es ahí– dijo Nia volando en su grifo sobre las reinas y el pueblo de ébano – es ahí donde está mi madre– dijo señalando hacia una cueva que tenia tallada varias esculturas de piedra en la entrada

–adelántate, te seguimos– dijo Alex viendo como se alejaba la elfo, la reina no tardo en convertirse en lobo para cargar a su esposa y llevarla sobre su lomo mientras lena hacia lo mismo con kara

Se adentraron a la cueva y encontraron a Nia llorando sobre un pedestal de cristal donde se encontraba su madre en un tipo de hechizo – ella estará bien, debemos de vencer a Morgana para terminar con ese hechizo– dijo Sam abrazando a Nia y mirando a lena que veía a la impasible reina postrada sin moverse en aquel féretro cristalino

–no es cualquier hechizo, ella realizo algo muy complejo y si no mas recuerdo alguien de alma noble y pura solo puede romperlo – dijo lena mirando a Alex – se rompe con la sangre de un ser humilde, empático y puro, alguien que no sabe nada de maldad..... tal vez Sam– a ella ya se le había otorgado el don del amor una vez por su enorme corazón, tenía un alma bondadosa y muy empática, pero hasta ella había pensado en vengarse de su media hermana y su madre

Alex negó varias veces – Sam a veces tiene pensamientos impuros– dijo guiñándole un ojo a su esposa – tal vez algún niño....no lo sé Ruby–

–entonces díganle a Ruby que entre– lena hizo pasar a la niña que en cuanto miro a todas poniéndose a la defensiva

–¿yo que hice? – dijo tratándose de ocultar detrás de Sam

–nada amor mío, pero necesitamos de tu ayuda para despertar a la madre de Nia– dijo Sam abrazando a su niña – solo que necesitamos algo de tu sangre–

–¿mía? – pregunto Ruby perdiendo el color de la cara – ¿y yo por qué? – dijo con miedo ahora buscando alivio detrás de Alex

–porque consideramos que eres un alma pura y noble– contesto la reina de ébano tomándola de la barbilla para darle confort con su sonrisa

–¿Quién? ¿yo? nooooo– dijo negando la cabeza demencialmente –soy una persona muuuuy mala, hasta puedo ser hija de Morgana– dijo la temerosa niña escondiendo sus manitas detrás de su espalda

De pronto se escucharon vidrios romperse. Kara que estaba recargada en un lado de las tapas del féretro cayó encima de la reina Nura con una cortada en las manos –lo siento, lo siento tanto– dijo torpemente tratando de pararse sin darse cuenta que estaba sangrando de la mano

–mierda ¿eso es sangre? – pregunto Ruby antes de desmayarse en los brazos de Alex

–kara estas sangrando– dijo lena acercándose a la rubia poniendo sus manos sobre las suyas para detener el sangrado – dame tu mano y cierra los ojos – lena desprendió algo de su magia para sanar la herida de kara, pero sin darse cuenta esa fue la llave que despertó del eterno descanso a la reina Nura

Detrás de ellas vieron un gran resplandor de luz cegadora que hizo que se cubrieran con su mano sobre sus ojos –madre– grito Nia mirando como su mama flotaba dentro del destello de luz, la reina bajo lentamente cobrando el conocimiento al momento que sus pies tocaban el suelo

La reina miro a su alrededor apenas recobrando la conciencia, vio sus manos pálidas y su entorno, no reconocía a las personas que estaban con su hija – ¿Nia? – pregunto dubitativa

–mama– Nia prácticamente salto a los brazos de su madre comenzando a llorar en su regazo – pensé que jamás despertarías–

–soy muy afortunada por esta nueva oportunidad– dijo abrazando a su hija – ¿Quién fue el alma bondadosa que me ayudo a despertar? – miro a las acompañantes de su hija aun sin poder reconocer a nadie

El don del amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora