El don del amor

Capitulo 14 La conquista del reino de Ébano

Alex se adentro sigilosa esperando no encontrarse a algún orco o troll en el camino, las cuatro caminaban cuidadosamente entre las calles empedradas mientras tomaban sus armas con sus manos. A pesar de que el palacio y la ciudad parecían vacíos estaban demasiado cuidados y limpios, no había cadáveres o pequeñas estatuas de piedra, Alex sabía que Morgana se había vengado al enterarse que su padre el rey Jeremiah había ayudado a lena en su escape, al principio sabían que el rey había muerto en batalla cuando quiso junto al padre de james contener las fuerzas de Morgana, pero Jeremiah había escapado y permanecido oculto junto con Jhonn por algún tiempo hasta que decidió regresar al palacio donde Morgana le tendió una trampa

Apenas el día anterior habían consultado a una vieja bruja mitad hada que les había contado esa historia, además de les había advertido que si kara no comenzaba a crear magia era posible que terminara por absorber la energía de lena, Alex y Sam, además que la única forma de contrarrestar el ataque de Morgana era terminar con el vinculo que tenia con lena, lo cual era casi imposible ya que se necesitaba sacar el corazón de una de ellas.

La pobre de lena se quedaba sin opciones y el tiempo que les había dado el oráculo se estaba agotando

–mis padres– grito Alex corriendo hacia las estatuas que están en uno de los patios, eran el rey Jeremiah, la reina Eliza y por lo menos la mitad de su pueblo, Eliza y Jeremiah estaban a la cabeza tratando de resguardar a su gente –por Rao, no puede ser– Alex tomo la mejilla de su madre y comenzó a llorar tratando de abrazar a la estatua –perdón, perdón, lo siento tanto madre– Sam llego junto a su mujer para consolarla en lo que lena a la par de kara llegaban también para abrazarla

–Alex mi amor, vamos a llevar a tus padres a la capilla y resguardémoslos ahí, no creo que el clima sea el adecuado para dejarlos aquí– dijo Sam aun sin saber cuánto tiempo habían permanecido en ese estado

–¿de qué sirve Sam? Ellos ya no están – contesto Alex

–pero la bruja dijo que si Morgana desaparecía ellos tendrían que volver a la vida– contesto la morena

ja ¿y como vamos a acabar con ella eh? ¿Con kara de nuestro lado? Ni siquiera sabe hacer un simple hechizo de trasformación, ¿cómo es que deje que todo esto pasara?, yo tenía que estar aquí para defender a mi pueblo y evitar que mis padres murieran...– lena sabia que era un verdadero impacto que Alex viera por primera vez a sus padres después de haberse enfrentado con su hermana, y era de esperarse que saltara sobre la yugular de kara, solo que no lo iba a permitir

–Alex cálmate, kara no tiene la culpa– espeto lena

–no, ella solo es una simple chica sin talento– era la primera vez que kara veía como Alex perdía completamente el control y estallaba en contra de sus amigas –quiero estar sola– dijo dándose la vuelta

–Alex por favor–Sam corrió detrás de su esposa para consolarla

–Sam ¡necesito estar a solas! – grito alejando las manos de su esposa, Sam no tuvo mas remedio que quedarse quieta viendo cómo se alejaba

–déjala Sam, fue muy fuerte para ella ver a sus padres, vengan ayúdenme a resguardarlos– pidió lena tomando la iniciativa y resguardar las estatuas de los padres de Alex en la capilla, kara se adelanto para abrir la puerta de la misma, pero cual fue su sorpresa al ser recibida con una espada en la garganta

–¿Quién eres y que haces aquí? – kara sintió que un hombre estaba apuntando a su yugular con la espada, lamentablemente solo podía ver su mano, quería advertir a Sam y a lena que venían detrás de ella, pero sabía que un solo movimiento en falso podría ser mortal