El don del amor

Capítulo 26 Un milagroso don

Lena permaneció en cama al menos cuatro días seguidos, después de desaparecer por el remolino de energía, lena y kara llegaron hasta donde el rey Winn ya las esperaba con un grupo de guerreros listos para la batalla

 Sam y Alex hicieron varios rituales para quitar las fiebres y cerrar sus heridas, la reina Nura temía que el corazón de lena hubiera sido marcado por la huella de la oscuridad  de Morgana debido al tiempo que permaneció en el pecho de su hermana,  kara permaneció con ella día y noche colocando trapos fríos en la frente, llevando agua y ofreciendo comida porque lena no probaba nada por voluntad propia.

Alex siendo la más impaciente quería salir a buscar ella misma a la bruja, aun sabiendo que no tenía oportunidad ante Morgana, kara les había explicado los métodos que uso Morgana para hacer que el demonio le regresara su corazón y que había optado de última instancia hacer un cambio con el corazón de lena pero que no tuvieron más remedio que darle el corazón de unicornio

–ella tiene delirios y la fiebre no le baja– dijo Sam saliendo de la alcoba de lena, Alex y kara estaba esperando a que Sam la acabara de asear –Alex creo que debemos ir con el oráculo del norte, lena está muy mal–

–sacarla de aquí con el poder tan disminuido que tiene es un peligro para ella y para los que le rodean, te aseguro que no hay lugar más seguro que estar en el palacio mas resguardado de toda la comarca– dijo Alex cruzada de brazos

–¿Qué podemos hacer? Ella cada vez parece que esta mas mal, no podemos dejarla a su suerte ¿y si no reacciona? – kara parecía estar mas renuente a permanecer en el castillo de Winn que salir a buscar alguna solución – opino que debemos de ir a buscar ayuda–

–kara, lena esta muy débil, no podemos sacarla de aquí, ¿crees que no me interesa su estado de salud? – Alex resopló esperando que la rubia se pusiera en su lugar – yo prometí cuidarla hasta el fin, Lilian me mataría si algo le pasa, por favor recapacita un poco no lo hago para hacerle algún mal–

–pero Alex.... –kara estaba a punto de llorar, de gritar de salir corriendo, no podía pensar en otra cosa que en cuidar y sanar a lena  – regreso en un rato – kara se dio la vuelta a pesar de los gritos de Sam, necesitaba pensar

Tenia que saber que le pasaba a su amiga, tenia que hacer algo por hacerla volver a la normalidad, cuando se dio cuenta ya bajaba por las escaleras de la cueva para atravesar la cascada, la neblina había bajado a esa hora del día, camino un poco para alejarse de la cueva, Winn le había dicho como evadir a las macro tarántulas que tenia de mascotas alrededor del palacio para resguardar a los enanos

Las arañas se acercaron a ellas cual perritos en busca de un premio – no traje nada que puedas comer finneas – dijo a la enorme araña de un metro de color gris oscuro  moviendo sus mandíbulas – pero te prometo que la próxima vez traeré dos – la tarántula parpadeo sus ojitos notando que su amiga estaba un poco triste, kara paso a través del bosque y llego a un claro donde corría un riachuelo cristalino y solo lo acompañaba una enorme piedra rayada con un extraño jeroglífico, necesitaba pensar nada más, se sentó abrazándose a sus piernas mientras rodaban las lágrimas por sus mejillas y dejaba salir todas sus frustraciones

Suspiro varias veces intentando aclarar sus pensamientos y pudiera utilizar alguno de sus dones que parecían haberse dormido, en ese momento no había pensamientos felices –ayúdame... – pidió llorando sobre sus rodillas

–kara....– kara levanto su cabeza anonadada, creyó haber escuchado el aire hablarle –por aquí.... – silbó de nueva cuenta

Dejo su patética postura para levantarse e ir hasta donde le hablaban, no sentía peligro alguno, pero había duda de  acercarse para ver quién le hablaba – hola.... Hola...– dijo rodeando la enorme piedra de donde había escuchado que le llamaban