Capítulo 82 El príncipe pinocho

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Kara y compañía salieron de Misty hacia le oráculo del norte, la rubia había ordenado a la escolta del rey Wilfred quedarse a cuidar de su familia, así que solo linda, reign, Alex y brainy le acompañaban de nueva cuenta, reign iba demasiado callada pero con las tonterías de linda no tardo en cambiar su semblante, la que no se aguantaba el mal humor era Alex que no se permitió que se le viera enojada delante de reign así que viajaba a la cola de su fila con los brazos cruzados en el pecho y cejas enarcadas

En sus descansos kara entrenaba a Alex y a linda que en cuanto tuvieron oportunidad se agarraron a golpes sacando su entrenamiento a relucir, kara no entendía porque su hermana se comportaba así de engreída y más con una mujer que no era para ella – no se porque estas de su lado, ella me golpeo primero– espeto lida siendo atendida por kara – parece una niña mimada a la cual le quitaron un dulce, solo mírala, mírala kara me está retando – linda y kara vieron a la princesa que hacía señas retadoras hacia la castaña, ambas peleaban por un dulce, un dulce llamado reign

Kara volvió a enjuagar su trapo en el rio frio para colocarlo en el pómulo de su hermana – ella es más pequeña y mucho menos entrenada que tú, te apuesto que si te enfrentabas a la verdadera Alex no durarías ni un segundo– dijo kara esperando que en algún momento linda conociera a la verdadera Alex para que probara de un buen entrenamiento, tal vez lo único que necesitaba la pelirroja era un poco del don de la valentía

–no me dejó alternativa, se burla de mi–

–no se estaba burlando tonta, te estaba mostrando como colocarte en combate–

–ah no ¿y porque me enseñaba la lengua? – linda y kara miraron donde reign atendía a Alex que sangraba de la nariz, la ninfa sacudía la cabeza casi demencialmente, kara tenia que alejarla de ella si no quería que se comiera a la princesa de ébano, Alex también volteo encontrándose a linda en su campo de visión solo para enseñarle la lengua – mírala kara, la voy a matar –

–espera– kara se levantó del árbol donde linda yacía recargada para ir hacia donde reign atendía a Alex – creo que deberías alejarte– sugirió kara a la ninfa mientras veía el trapo manchado con sangre – estas a punto de perder el control, se cómo te sientes – Sam le platicaba lo locas que se ponían las ninfas oliendo sangre de virgen, no sabia si en esa existencia reign era virgen también aunque no quería ahondar en ese asunto, al fin y al cabo era su vida

–iré al lago, tengo que darme un baño– la reina salió a grandes zancadas sin mirar atrás ignorando a linda que se había puesto de pie para hacerle alguna broma

–¿Qué le pasa? Primero es muy agradable y luego actúa de esa forma, me confunde – dijo Alex haciendo gestos por lo lastimado que había quedado su rostro

–mi querida Alex, creo que reign se esta resistiendo a sentir cualquier cosa, además siento que ella también esta confundida, no sabe si linda o tu sean las indicadas para la gran tarea – pensó kara que en algún momento tendría que enjaular a la ninfa en alguna cueva

–es otra de tus lecciones, porque parece igual de confusa, creo que no soy muy capaz de ser tu aprendiz kara, a veces me siento muy torpe– Alex sobo su cara esperando que linda no la hubiera maltratado mucho – ¿en verdad la Alex que tu conoces es tan fantástica como me dices? –

–es mucho más fantástica y no sabes que feliz me siento en haberte encontrado así de joven y ser una influencia para que seas tan extraordinaria como ella, aunque si me lo preguntas creo que serás mas fuerte – kara le quito sus prendas para ponerle alguna de las ropas que había conseguido de las enanitas – tu falda te sienta bien cariño pero para comodidad y habilidad prefiero que te pongas estos pantalones– kara miro el collar que aun colgaba en su cuello, aun con su collar puesto no pudo hacer mucho frente a astuta hermana que era mas escurridiza que la misma kara, tal vez en esa realidad Alex merecía otro don

El don del amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora