Capitulo 73 Regresa a casa

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–vamos, ¡vamos! – los enanos corrían de un lado a otro incapaces de resguardarse de los proyectiles mortales que aventaban los orcos gracias a su catapulta –Winn del otro lado – apenas el enano pudo detenerse antes de que esa enorme piedra le cayera encima

–por un pelo– irónico de un lampiño pensó el trillizo – finbar necesito ayuda aquí – Winn deshizo varios sluagh con el primer golpe de su hacha celestial – kara por allá–

El pequeño dragón de kara ya estaba hecho todo un adolescente de gran tamaño, sus llamas eran fulminantes y las utilizaba como si fueran suspiros – malditos– los sluagh no dejaban de parecer, los pequeños duendes los podían fulminar con sus amuletos pero sus pequeñas piernas no los hacían más rápidos y al menos mil sluagh se acercaban delante de los nukelavee – chicos, suban a los ent – los duendes hicieron caso subiéndose de a diez por cada árbol caminante que los llevaron hasta en candor de la batalla – cuidado arriba – había al menos un centenar de gárgolas que atacaban desde arriba pero el fiel ejercito de guardianes y de elfos menguaron su numero

–iré al frente, Naärgon necesita ayuda– dijo Alex detrás de kara, la rubia había notado que Alex solicitaría cualquier batalla peligrosa con tal de ir al lado de Sam

–no te voy a dejar que vayas sola, iremos ambas–

Alex llevaba la pluma de Sam en la pechera se su armadura, estaba guardada para una persona en especial – vamos kara, tal vez sea nuestra única oportunidad –

En la cima de la montaña viendo lo que acontecía en el campo de batalla se encontraba Morgana con Jack amarrado a una silla de un caballo, el rey de ghur parecía haber tenido varias horas de tortura, del lado derecho se encontraban maxwell y Morgan con sus armaduras puestas listos para entrar en la batalla, verónica estaba del otro lado de Jack mirando a las ninfas atacar, la bruja había hecho un trato con Maggie con tal de salir libre de la ira de Morgana, la princesa de las ninfas había rastreado a la triste lena que supuraba angustia por cada poro de su piel, seria fácil atraparla – envíen a los soldados de Agnmar, quiero muertos a esos enanos – Morgana no estaba dispuesta a dejar caer la noche sin llevarse la mayoría de almas con ella, la bruja pateo a su aun rey que sangraba sobre el caballo – ves querido a ellos no les importa si estas o no con ellos en batalla, no he visto a nadie que este en tu búsqueda, tu no eres nadie Jack, no eres nadie sin mi –

–jajaja jajajaja – el rey apenas pudo mover su cabeza lo que mas me importa esta salvo ahora, yo se que mi final esta por acercarse y jamás sabrás donde la puse –

Morgana tuvo muchas ganas de matarlo en ese momento pero lo quería vivo hasta sacarle la información correcta – maxwell, mi hermano esta allá abajo el tiene el don del destino, tráeme el anillo de mi madre, la ultima vez no pude acabar con él por un segundo esta vez lo quiero muerto–

–si Morgana– el hechicero hizo volar a su bestia con toda la intención de localizar a rey de tornach entre la marabunta de gente, no era difícil lex era un poderoso hechicero que podía usar la magia elemental con extraordinario manejo siendo tan peligroso y letal como cualquiera, se notaba que el estaba cerca y más viendo como desaparecían las animas del inframundo en mitad de sus destellos –ahí estas– en mitad de un círculo los últimos hijos de tornach: Barry, Lucy, Lois y lex se batían en un duelo con Arios y sluagh, lex parecía tener todo controlado y se percato de la presencia del hechicero que bajo de su bestia alada – lex, que rápido recuperaste tus poderes–

–maxwell..... tendré mi oportunidad después de tanto tiempo – Alex recuerda cada parte de su pasado, el día que Morgana envió al hechicero para interceptarlos antes de llegar al castillo, lex en su impedimento porque maxwell matara a su esposa Lana, la escondió en su anillo de matrimonio, él la dejaría ahí hasta que tuvieran un lugar a salvo donde vivir – te hare pagar por lo que le hiciste a mi pueblo y al pueblo de mi madre – un enorme rayo salió de la palma de su mano que se estrelló en el campo de energía que había formado Max, lex apareció una antorcha con la cual comenzó a hacer figuras en el aire que resultaron ser bolas de fuego que aventó quemando todo a su alrededor haciendo que la barrera de energía del hechicero desapareciera

El don del amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora