Capitulo 32 Sólo una mordida

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–prepárenla para la ceremonia – grito una de ellas, kara podía ver su terrorífica sonrisa aun en medio de su ebriedad mientras la untaban con brebajes y le pintaban la cara de rojo atándola sobre una piedra

–déjenme, déjenme si me tocan estarán firmando su sentencia de muerte, soy aprendiz de las brujas mas poderosas de este mundo mágico– dijo tratando de persuadirlas – soy muy peligrosa y letal, no me toquen o ellas vendrán a vengarme –

–las brujas mas poderosas ¿he? – la chica llamada Imra tomo la quijada de kara para seguir burlándose de ella– las brujas más poderosas se rinden ante nosotras cariño –

–lena de luthor nunca se rendirá ante ti – de pronto todas dejaron de hacer lo que estaban haciendo para prestarle atención a la rubia, ¿habían escuchado bien? ¿había dicho lena de luthor?–

–estas bromeando – dijo una de las mujeres de pelo blanco –jajajaja oíste Gayle, es la reina que te partido el hermoso rostro, jajajaja se burlaba de la otra mujer de pelo blanco, asi como lo había escuchado, lena le había hecho esa fea cicatriz que abarcaba la mitad de su cara, la tal Leslie se burló de ellas hasta el punto que no pudo mas mientras su amiga la veía con cara de quererle cortar la lengua

De un movimiento la coloco de espalas en un árbol –escúchame bien Leslie, lo que me hizo esta estúpida lo pagara con la muerte – dijo con el antebrazo sobre la garganta de su compañera mientras la apoyaba en el árbol – si lo que dice la rubia es cierto, entonces me gustara a mi ser la primera que la torture, tal vez sus gritos los pueda escuchar lena antes de que terminemos con su vida – las dos miraron a la pobre kara que aun trataba de zafarse de la roca en la que estaba amarrada

–no van a tocarme ni un solo pelo, no van a.... ¡aaaahhhhh! – grito kara cuando sintió un enorme jalón en su cabellera, la chica llamada Maggie había cortado un mechón de su cabello dorado, kara volteo a ver a la causante que reía con el trozo de pelo en su mano mientras que con la otra tenía una daga de peligroso filo

–mírame rubia – Maggie se acerco tanto a su cara que podía sentir su aliento rosarle la nariz – cuando clave mis dientes sobre ti, me pedirás que te desuelle viva, no hará falta nada mas que tus ganas de gritar.... Tus suplicas serán calladas por los dientes de mis amigas una y otra vez... no importa cuánto sangres siempre suplicaras por mas hasta que ya no puedas–

Kara comenzó a temblar, sentía que el alcohol ya había bajado su efecto en su sangre, se sentía caliente pero extrañamente sudaba frio, estuvo muy atenta a todo lo que preparaban las ninfas sobre la mesa mientras que en un caldero tiraban hierbas y polvos haciéndolo humear – por favor suerte necesito de ti – dijo en voz baja mirando hacia donde tal vez podría escapar, no había nada solo denso y oscuro bosque, cerro los ojos queriendo concentrarse en su pensamiento feliz, pero cada vez que se acordaba de lena podía verla besando a jack entonces la tristeza comenzó a consumirla –mmmmm está triste nuestra cena –dijo Leslie, una de las muchas cualidades de las ninfas era percatarse de las emociones negativas y de eso alimentarse, lo había notado con Sam, cada vez que kara se sentía sola Sam la buscaba y le regalaba un abrazo como buena amiga, sin intentar siquiera alimentarse de ella a comparación de las cuatro tontas que estaban a punto de comerla – mmmmm no sabes cuanto disfrutare clavarte los dientes – dijo jugando con su cabello – tal vez sea indulgente contigo y te posea antes de que la agonía sea insoportable –

–Leslie déjala – grito la otra llamada Maggie – no queremos que acabe con su energía antes de tiempo – era cierto, pensar negativamente era muy agotador, así como lo había dijo Sam y Alex, esas cosas no esperarían ni perderían una oportunidad como la que habían dejado en bandeja de plata, kara podía sentir como se consumían sus fuerzas y ganas de vivir

El don del amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora