Capitulo 30 Una Alianza imposible

422 65 24
                                    


Comenzaron su marcha a paso lento mientras los últimos nukelavee se formaban uno al lado de otro, el orco mayor hizo una seña a unos cuantos orcos para que acabaran con la primer barrera de elfos, enanos, brujas y hechiceros

Cuando lena indico avanzar más rápido, los orcos corrieron para encontrarlos más rápido y acabar con ellos cuanto antes y entonces se encontraron en un increíble choque de cuerpos, los enanos no se acobardaron ni retrocedieron, Winn y sus muchachos acababan con orcos como si estuvieran recibiendo costales de oro por ello, su pueblo era conocido por ser un pueblo guerrero y fuerte, los lobos arrancaban las cabezas de los hijos del averno corriendo enseguida para acabar al siguiente mientras unos cuantos guardianes y elfos aun disparaban desde el cielo

–les están ganando – dijo james mirando como los cientos de orcos avanzaban con cada paso – vamos– el y sus soldados se lanzaron en picada para acabar desde el suelo con sus oponentes

Lena y kara trabajaban perfectamente sincronizadas como una pequeña maquina de engranes, no por nada tenían su porción de corazón en el pecho de la otra, kara sentía como lena se estremecía de repente cuando algún orco se acercaba demasiado a ella, lena la procuraba y cuidaba con mucho ahincó – kara agáchate– grito lena antes de enviar un rayo de color azul haciendo volar a varios oponentes

–creo que estaba un poco distraída– kara esquivaba orcos con demasiada facilidad y terminaba golpeándolos con su espada – estos tipos son muy difíciles de matar– otra vez hacia que entre ellos se mataran prácticamente metiéndose entre sus piernas

La rubia corrió hasta donde lena había llegado, sospechaba que los orcos estaban alejando a lena de ella, podía entender porque, lena extrañamente era mas fuerte a su lado y mucho mas peligrosa, mientras corría entre las piernas de los contrincantes hacia que solos se mataran o quedaran fuera de combate, la suerte estaba con ella ese día en su pecho podía sentirla

Winn levanto su hacha en cuanto acabo con el ultimo orco de pie, su respiración era jadeante y mientras miraba a su alrededor haciendo el recuento de los daños, se percato de la gran trampa en la que habían caído, los nukelavee los habían acorralado en un circulo, kara y lena se levantaban entre montañas de cadáveres de orcos jadeando por la increíble batalla que acababan de tener

lobos, elfos y enanos trataban de reponerse, no tardaron mucho al ver en el problema en el que estaban – son como cien nukelavee– dijo fenrir – creo que podremos acabar con unos cuantos antes de morir con honor en las manos

–lo dirás por ti mismo fenrir– contesto Nura – no tengo ninguna intención de morir esta noche ¿acaso tu si? –

–has olvidado que solo somos como cien también y estamos enfrentándonos con el epitome del infierno en persona, esos seres solo están esperando a sumarnos entre las filas de sus victimas para tener las almas que les piden en el infierno – sumó finbar

–lo malo es que las armas comunes no los matan, solo la magia lo hace– dijo Sam mirando a su esposa y a su amiga – bueno, creo que lo sabremos en unos cuantos minutos – Sam se notaba cansada, había sangre escurriéndole en la mejilla izquierda provocada por un golpe, Alex estaba igual, su forma de lobo ya había acabado, no tenia mas fuerza para convertirse y lena se veía tan impasible como antes

Sam se quito su capa negra y su antifaz, doblo la capa y colocó el antifaz justo encima, Alex hizo lo mismo con su armadura, tomo la mano de su esposa y la jalo hacia un beso lleno de pasión –hasta la muerte mi amor–

lejos de sentir el mágico momento romántico kara podía sentir miedo, aquellos seres no eran mas que despreciables hombres sin piel montados sobre un caballo de igual condición, era terrorífico verlos, la musculatura del hombre parecía estar fusionada con el mismo caballo, era asqueroso – no tengas miedo, así tenga que morir, tu estarás bien, cumpliré con mi palabra señorita kara – dijo lena tratándola de confortar, pero el solo hecho de pensar que lena podría morir le aterró mas

El don del amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora