Capitulo 34 Tu eres mi esperanza

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Sintió un frio recorrerla por la espalda, era un día húmedo y frio, no se imaginó cuanto podía extrañar a la persona que le brindo calor desde los primeros rastros del amanecer a hasta las.... No sabia que horas eran de la tarde, volteo a todos lados solo para encontrar a Sam y a Alex que comían en una fogata cerca.

Cuando decidieron emprender el camino kara pensó que lena se había arrepentido de haber tomado aquella decisión y haberle salvado la vida, su repentino cambio de humor le había sacado de sus cabales, no sabia como o a que se debía el repentino cambio, pero algo dentro de si la hizo sentir culpable.

Lena sin embargo se había levantado un poco pensativa, las risas de Sam y de Alex la despertaron sorprendiéndola abrazada al cálido cuerpo de kara que estaba tan plácidamente acurrucada como cuchara chica, lena arropo a kara mientras se levantaba a tomar un baño, tenía la preocupación de haber echo sentir a kara que no había sido puro amor cuando se le entrego por primera vez, pero aquellas dos brujas insoportables le estaban poniendo difícil la tarea.

Lena dirigía el grupo con la misma serenidad de siempre mientras detrás de la cabecilla estaban Sam y Alex cuchicheándose volteando de vez en cuando a ver a kara furtivamente mientras se soltaban a reír cómplices tirando una que otra vez miradas burlonas, kara podía oír perfectamente todos los comentarios que hacían de ella, la pobre no podía ocultar todas las marcas de amor que le había dejado lena sobre su cuerpo así que solo se coloco una capa con capucha azul que le cubría todo su ser, el útil pedazo de tela brillaba intensamente debido a los sentimientos a flor de piel que no podía negar, quería caminar al lado de lena y no hasta atrás de todas ellas.

De pronto lena se paro en seco dejando un poco atónitas a las dos compinches, ella al igual que kara tenía una capucha verde en su cabeza que no dejaba ver el enorme sonrojo que provocaba pensar en la magnífica noche que había pasado con kara – Sam..... Alex.... ¿Me dejarían hablar a asolas con kara? – kara sintió que un nudo pasaba por su garganta mientras que las otras dos brujas rieron bajo burlonamente

–claro leñita ..... ajam.... Sam y yo iremos a buscar algo para comer – dijo Alex mientras sonreía a su novia – nos perderemos un rato si es lo que necesitas –

lena no pudo ocultar mas su sonrojo así que solo asintió – yo..... solo necesito hablar con kara un momento si no les molesta, pueden andar por aquí, no me gusta este bosque – la capa de lena brillo con un fulgor especial ¿acaso se sentía feliz? – les hare saber cuando acabe de hablar con ella– las manos de la reina se masajeaban con nerviosismo

–tomate tu tiempo lenita, te lo mereces – Sam volteo a ver a la mujer oculta detrás de la capa que venía al final y le guiño un ojo – kara bebe, iremos por unas hierbas para hacerte un te.... Eso debe de quitarte un poco de dolor al caminar – las risitas de Alex y Sam se escucharon aun a lo lejos mientras caminaban adentrándose en el bosque

–kara..... yo.... – lena se quito la capa y se acerco a kara que aun estaba oculta debajo de su brillante capa – quiero pedirte perdón por lo de anoche.... Yo....–

–no me digas..... ¿te arrepentiste? – dijo bajando la cabeza

–oye no..... para nada, solo quería pedirte perdón por haber sido tan brusca contigo, se supone que tenia que ser un poco mas amable en nuestra primera vez.... Yo jamás me arrepentiría de amarte – dijo sinceramente buscando la mirada de la rubia – tu.... ¿como te sientes? –

La rubia bajo la capucha de su cabeza – me desconcertó tu distancia, pensé que te habías arrepentido, no estabas esta tarde cuando desperté – dijo agachando de nueva cuenta su rostro sonrojado

–lo siento amor– ¿amor?.... el corazón de kara martilleaba con furia en su pecho, ella era su amor, lena coloco la mano debajo de la barbilla de kara para subirla y perderse en sus hermosos ojos color cielo – kara te amo –

La rubia se abalanzo chocando sobre los labios de lena, la bruja se sorprendió por el inesperado gesto de su rubia – yo también te amo, pero....–

¿pero? Lena lo sabia no todo era miel sobre hojuelas – pero..... –

Kara suspiro recordando como se había sentido cuando vio el espejismo de lena siendo besada por el rey Jack – pensé que Jack había llegado para recuperarte –

–oh cariño– dijo lena amorosamente abrazándose a kara – yo también caí perdida en un espejismo.... Kara jamás te haría daño de esa manera.... Puedes confiar en mi–

–lo siento, era tan real– lena besaba la sien de kara un ay otra vez – ¿lena?..... –

–mmmhhhmmm – tarareo la reina mientras acariciaba el rostro de kara

–¿soy tu amor? –

Lena comenzó a reír mientras buscaba los labios de kara – si lo eres – dijo besándola lentamente – señorita kara danvers, es usted mi amor–

El corazón de kara rebosaba de alegría – tú también eres mi amor y ahora se que no quiero regresar, quiero permanecer a tu lado toda mi vida –

A lena le sorprendió en sobre manera, como podía decir eso kara tan a la ligera – no digas eso cariño, cuando llegue el momento tú también te iras– de pronto el corazón alegre de kara ya no se sintió tan bien, había un rastro de melancolía y desdicha con todas esas palabras que decía lena – jamás te alejaría de tu familia, te prometí que regresarías sana y salva a casa, te prometí que nada cambiaria –

–se lo que me prometiste lena, pero yo quiero estar aquí.... contigo– los ojos de kara se hicieron acuosos, podía sentir también la angustia de lena, ¿acaso ella quería despedirse? – yo te prometí que te ayudaría con tal de que me llevaras a casa, pero he cambiado de opinión, quiero quedarme.... Quiero quedarme para amarte toda mi vida y tu no puedes elegir por mi –

Lena se rio sin humor, pero le creía a kara mas que a nadie, se abrazo a su cuello con fervor – cuando sea el momento quiero que lo recuerdes amor – las lagrimas de lena comenzaron a mojar la brillante capa de kara – te amo–

–yo también lo hago.... Entonces.... ¿Ya podemos decir que estamos en algo? –

–¿tú dices como pareja? – pregunto lena haciendo caminar a kara de la mano mientras se mecían ladera arriba – eso me encantaría.... Solo que tú tienes novio–

–oh si Mike– kara chasqueo la lengua – creo que nunca pude decir con certeza que lo amaba de verdad – lena no podía creer lo que estaba escuchando de la boca de kara – lo sé, lo se me escucho como toda una patana, pero a mi defensa tengo que tu... lena, me embrujaste y nunca quiero bajarme de mi nube, nunca – de nueva cuenta los labios de kara se estamparon en los de lena

–bueno, novia mía.... Ahora que sabemos cuanto nos amamos, podemos solo si tu quieres.... Tener noches como la de ayer mas seguido ¿no lo crees? – el sonrojo de lena le parecía tierno, pero había un poco de sensualidad y atrevimiento en sus declaraciones

–eso me encantaría– cuando lena y kara volvieron a besarse no tardaron los cuchicheos de detrás de los arboles

–¿Cuándo se vana a empezar a quitar la ropa? – la voz de Sam se apago con la risa de Alex que de seguro estaban de escuchonas – oigan.... Oigan....no se alejen, yo solo quería un poco mas de acción–

–Sam... Alex...salgan por favor– pidió lena aun tomada de la mano de kara que parecía estar flotando en una nube de arcoíris y unicornios de colores – quiero hacerles saber que kara y yo ya somos una pareja, y me gustaría que ustedes sean las primeras en saberlo y en cuidar nuestro secreto, cualquiera que quiera hacerme daño, también se lo querrá hacer a ella, por favor les suplico que le den el mismo amor y cuidado que ustedes me dan a mi–

–oh mi querida reina, para eso estamos aquí, si no créeme ya te hubiera abandonado en cuanto cruzaste ese portal hace mil años – dijo Alex haciendo una reverencia – si kara es la elegida para conquistar tu corazón le daré el mismo amor y la misma lealtad que te he dado a ti hasta ahora–

–lo mismo digo– dijo Sam sacando una botella de su morral y tomando unas extrañas flores en forma de copa – ahora a brindar–

–oh no– dijo kara a la defensiva meciendo las manos de un lado a otro – no vuelo a probar alcohol en mi vida jamás – y todas comenzaron a reír, esa y muchas noches más, el único mareos que necesitaban experimentar era el mareo que le provocaba tocar el cuerpo desnudo de lena en la cama 

El don del amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora