El don del amor

Capítulo 52 ¿Habrá una próxima vez?

Inyectada por una dosis de adrenalina y furia lena comenzó a desprender una bruma de color verde haciendo retroceder a todos a su alrededor, la bruja se agacho para ver la herida debajo de la clavícula derecha de kara – lena– susurro la rubia apretando la herida de su hombro

Las seis hadas que transportaron a kara formaron un pequeño campo de energía para proteger a su reina mientras lena se levantaba con una gran furia – jajajajaja – Morgana rio amargamente chasqueando la boca con desdén – pobre bruja tonta, esa maldita humana morirá.... Creíste que el amor era para ti querida hermana, me encargare de que jamás lo sea – Morgana lanzo un rayo de color purpura con su báculo, lo que no se esperaba era que lena lo atrapara con solo la palma de su mano

–tagraím solas faoi chuing mo láimhe– lena apareció un pequeño remolino en su palma que comenzó a crecer con demasiada intensidad

–mátenla– ordenó Morgana recuperándose de a poco de su herida, los hechiceros enviaron infinidad de maleficios que eran absorbidos por la enorme energía de la bruja verde –no puede ser –

Morgana sintió un tirón hacia donde su animal era arrastrado con una impresionante fuerza, las hadas que estaban alrededor de kara también comenzaron a flaquear, lena parecía no poder contener la enorme ira que sentía por haber visto a kara ser lastimada

–lena..... para de una vez– grito Sam anclando una espada en el suelo para no ser arrastrada hacia el gran huracán de energía que salía de la palma de la mano de su amiga – lena, vas a matar a kara– ella no respondía se sentía con demasiado coraje como para perdonar la vida de sus enemigos

Morgana brinco de la espalda de su animal subiendo sobre los hechiceros que eran absorbidos peleando por no ser arrastrados dentro –maldita– la bruja oscura saco un espejo de su mano abriendo un portal con un hechizo demoniaco – ar ais go dti caisleán mé– la hechicera desapareció por el agujero de su espejo

–lo siento mucho– dijo Sam soplando una última pluma somnolienta a su amiga

Cuando lena despertó estaba algo aturdida por el inmenso dolor que sentía en su mano derecha – aaaaahhhhhh– se quejó la bruja doblando su brazo herido, miro a su alrededor y se dio cuenta que estaba dentro de una casa de campaña –kara– se levantó como pudo para luego volver a caer sobre sus piernas dobladas –¡kara! – grito lena

–¿Qué pasa? – Alex entro a la tienda para atender a la inquieta bruja –lena ¿Cómo te sientes? –

–kara ¿Dónde está kara? – pregunto ella desesperada

–lena por favor cálmate– dijo Alex intentando recostar a la bruja que parecía tener fiebre – necesito que te calmes o no te diré –

–por favor Alex, ¿Cómo esta ella? –

La reina de ébano suspiro – no te mentiré.... Tendrás que verla– a duras penas lena fue trasportada a la campaña contigua, con cada paso que daba su corazón latía con violencia inquieto por saber que le pasaba al amor de su vida, cuando entro vio a la rubia que estaba acostada con el brazo y un pedazo de pecho vendado – ella no ha despertado, diana dice que su capa la cubrió del veneno de la espada que la atravesó, Sam tuvo que hacerla dormir para que sanara, no paraba de preguntar por ti –

La bruja se agacho para acariciar el dorado cabello de su amada – perdóname mi amor–

–como ambas deben de descansar, será mejor que te acuestes a su lado, voy a ayudar a diana a atender a los demás, Sam descansa en la otra tienda cuando despierte ambas intentaran despertar a kara

Cuando Alex salió se armó de valor para seguir atendiendo a los pocos sobrevivientes, lena había absorbido todo a su alrededor enviando a la mayoría de sus oponentes a otra dimensión, lamentablemente algunos cadáveres de sus aliados también fueron absorbidos dejándolos sin oportunidad de ser despedidos o enviados a la luz de Rao como correspondía –¿ella despertó? – pregunto diana