Capitulo 46 Como si fuera la última

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Perdón por la tardanza, espero sus comentarios al final

besotes


–adelántate cariño, iré por los polvos de hada– dijo lena dejando a su impaciente rubia

Kara comenzó a vibrar segura de lo que se avecinaba, tener a lena cerca siempre fue excitante y muy satisfactorio pero esa noche en particular se sentía muy nerviosa – no te tardes– dijo anhelante mientras comenzaba por quitarse la ropa, empezó con su capa.... El arma que le había dado ogamme – te espero – dijo coquetamente guiñándole un ojo

Lena sonrió y se alejo a duras penas sin querer abandonar a su novia, kara por lo tanto comenzó a despojarse de sus botas de piel que le había regalado Sam hechas por lo mejores ratones fabricantes de zapatos, el pantalón desteñido de piel que lena mando a confeccionar y su capa de seda azul que también lena compro, lo único con lo que se quedo fueron con su prendas intimas

Uno a uno los pies fueron ingresados al agua, hacia mucho calor o era solo kara la que lo sentía, comenzó a sentir su pecho impaciente y nervioso, volteó encontrándose con la persona con la que compartía su corazón y alma, que permanecía desnuda con el brillo de la luna como prenda sobre su piel – por Rao– susurro lena al ver el estructurado cuerpo de su novia

Kara ya se había acostumbrado a la desnudez y la falta de pudor de lena, pero esa noche se veía especialmente hermosa – dios, no sabes que hermosa eres– kara pudo sentir como el corazón de lena rebotaba de felicidad en su pecho, invito a su bruja al agua con ella, lena tomó la mano de su novia que la conducía dentro de la tibia agua – te amo– lo primero que hizo kara fue cobijarse de los brazos de su amada

La rubia suspiro sobre el cuello de lena, sus manos viajaban tímidas sobre el cuerpo de nívea piel que se sentía se había erizado con sus caricias – yo también te amo – lena regreso el beso efusivamente y con mucho mas ganas de las de siempre enredando sus lenguas hasta que ya no hubo un solo centímetro mas entre ellas, hasta que los gemidos de kara la habían vuelto loca y hasta que pudo sentirse preparada para recibir a su amor– no sabes cuanto espere esta noche, he soñado contigo todas las noches desde el día que fuiste mía – lena trago saliva recordando de la primera noche con kara

–soy tuya.... Siempre lo seré– las manos de kara viajaron mas allá de la espalda de su amada, con ayuda de una enorme piedra coloco a su amada reposando sobre esta para que la bruja pudiera permitirse abrazarse con sus piernas, al fin kara pudo colocar las manos donde las quería, disfrutar a lena con todo sus tacto era un respiro para el alma así que recorrió a lena desde sus muslos hasta su s glúteos

Con una diestra mano y sin perder aun la cordura pudo tocar los vellos de lena que se sentían jugosamente tentadores – hazlo amor– dijo lena sobre sus labios invitando a su joven aprendiz a que la tomara de todas las formas posibles

Kara asintió llevando de poco el dedo índice y cordial a su entrada, apenas y toco el impaciente clítoris de su amada y una electricidad la traspaso como fuerte descarga que la hizo erizarse toda, con ayuda del movimiento de caderas de lena pudo ingresar un poco mas mientras con el pulgar masajeaba cariñosamente su pequeño nervio – oh lena– la pelvis de lena se movía con voluntad propia rogando que su amada intensificara su movimiento también – te amo.... Me vuelves loca – ambas se miraron con mucha intensidad, lujuria y deseo

–mas kara.... Por favor.... Mas....– rogo lena y kara no se esperó para proporcionarle a su amada lo que quería – siiiiii...... siiiiiii..... ahí kara..... no pares..... – lena se movía magníficamente sobre la mano casi acalambrada de su amada

Kara mordió su labio inferior utilizando un poco de su fuerza sin hacerle daño a lena, el solo ver a su novia tan excitada y fuera de control la hizo llevarla al borde del éxtasis, no quería que lena parara de moverse, no quería que lena parara de pedir más y más – aaaahhhhh– se dejó llevar por el placer pero sin dejar los movimientos de sus manos, sentía que lena estaba cerca por como sus paredes se estrechaban alrededor de sus dedos – mmmmmm– beso a la azabache intensamente llevándola a la cima

El don del amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora