Capítulo 19 Un pensamiento Felíz

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Después de pensarlo mucho las dos reinas de ébano decidieron salir de su palacio para buscar un refugio seguro para su pueblo, así que tomaron sus cosas y decidieron emprender una caminata hacia el oeste donde el rey Wilfred rey de los enanos se resguardaba en las entrañas de las montañas ya que hace unos cientos de años tuvo que salir de su palacio gracias a que Morgana había invadido el sur de las tierras mágicas destruyendo todo a su alrededor, por siglos se había extendido su poderío destruyendo imperios y haciendo tratos con los reyes de su alrededor que tenían los mismos ideales que ella.

No era una caminata fácil, debían enfrentarse con orcos y bestias a su paso debido a que Morgana aun exploraba aquellos valles en busca del bosque donde estaba recluida su hermana con su sequito de brujas.

Caminaron por días y días los primeros escoltados por los guardianes de james, pero el príncipe no se podía alejar de su castillo así que los dejo ser a mitad del camino. lena esperaba que Wilfred les ayudara a unir fuerzas, ya había hablado con el príncipe de james sobre eso y estaba seguro que colaboraría con ella en una posible guerra con su hermana, pero aun así eran pocos, lena sabia que Morgana estaba aliada con maxwell lord y Verónica Sinclair en el este ganado territorios de las hadas en el valle de anwyn mientras en el sur tenia de aliados a Jack en el palacio de ghur y a Morgan Edge el hechicero oscuro quien era el encargado de realizar las pócimas secretas de Morgana y en el oeste con los trolls pero ellos permanecían ocultos la mayor parte del tiempo, solo salían en las tardes y noches en busca de comida pero eran perezosos así que no era seguido, sabia que solo se unirían a la guerra por el miedo que tenían a Morgana no por convicción propia

–creo que podemos descansar esta noche aquí– dijo Alex a la cabeza de todo el pueblo sobreviviente de ébano, los pocos sobrevivientes habían llegado a un valle alto donde podían visualizar si algún intruso se acercaba, a pesar que eran pocos Alex sabia que su pueblo pelearía con valentía hasta el final – brainy, Mills, Roger.... Busquen algo para comer, hay muchas liebres y venados en ese pequeño valle– señalo la reina a un pequeño bosque– cualquier cosa que vean lancen una señal al cielo, estaremos ahí en segundos– los tres chicos salieron corriendo hacia el bosque –Kara, ayuda a los chicos a traer leña, voy a revisar a nuestros ancianos con Sam y lena, no te internes tanto, cualquier cosa....grita –

La rubia asintió corriendo con una decena de niños que se adelantaban jugando unos y otros mientras la rubia supervisaba – ¿y tú eres una princesa? – pregunto una niña huérfana llamada rubí, era una tierna morenita de al menos ocho años de edad, la niña había perdido recientemente a sus padres en la ultima batalla con los orcos, Sam y Alex la habían acogido para su protección

–no, soy una humana común y corriente, pero con mucha suerte– dijo kara sonriente tratando de convencer a la pequeña

–ahhhh! – dijo ella – ¿y la reina lena es tu novia? –

–¡¿que?! – exclamo kara sonrojándose – no, ella es mi amiga–

–ahhhhh! – la niña volvió a pensar lo que había dicho – ¿pero entonces porque la miras así? –

–¿Cómo así? – dijo kara evadiendo la mirada escrutadora de la chica comenzando a levantar algunos troncos

–pues cada ves que la miras, pones tus ojos de oveja a medio morir así – la niña puso los ojos de animal a medio morir lo cual hizo reír a kara a carcajadas, había hecho una pose muy humorística de chica enamorada tomándose ambas manos y poniéndoselas en el pecho mientras levantaba una piernita – ¿acaso tienes alguna enfermedad? Mi mamá decía que las personas enfermas tienen ese tipo de mirada– volvió a preguntar la inquieta nena –si no estuvieras enferma diría que estas enamorada, tu sonrisa te delata–

El don del amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora