Capítulo 88 La Pesadilla hecha realidad

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kara se desconecto de su realidad dejando que lena entrara sin ninguna complicación, la extraña sensación de estar volando en la nada sin destino alguno la hizo preguntarse si se acababa de desmayar y estaba dentro de alguna clase de trance, lo ultimo que recordaba era a lena pidiéndole que se despojara de todo, de pronto sintió que había caído así que abrió los ojos un tanto por el dolor y un tanto por la humedad – ¿que hago aquí? – kara recordó algunos detalles de aquel bosque, estaban en el bosque del silencio donde se encontraba el portal hacia su mundo, era de tarde pero se sentía extrañamente mas frio –¿quien anda ahí?– de un árbol salío mxy, el pobre fauno estaba herido y por su semblante no por mucho tiempo

–kara....kara perdoname– dijo antes de caer sin vida sobre el húmedo pasto

detras de el habia salido maggie con la pluma de sam en la mano –hola pequeña hada– ella se acerco mientras kara retrocedía, quiso utilizar su magia para llegar hasta ella en un segundo y acabar con ella como lo había hecho con sam pero extrañamente tampoco parecía poseer magia –tu amigo te entrego.... me dijo donde encontrarte exactamente y en que momento–

kara no habia entendido en que momento de la linea de tiempo estaba – no te va a ser fácil y tengo algunas cuentas pendientes contigo– kara saco de su bolso el báculo de su esposa que tambien parecia inerte

–pues dejame aumentar mi cuenta, debes de saber que morgana me indultó y ahora soy comandante del ejercito de nazgul, que proesa la mia...¿sabes como lo conseguí? – al no tener respuesta maggie continuo – le entregue la cabeza de alex, de winn y de tu amiga nía en una charola de plata – dijo sonriendo maliciosamente – imagínate que me dará cuando lleve la tuya –

kara permaneció en calma pero con unas inmensas ganas de romperle el cuello a aquella ninfa – mientes, alex acabó con tu ejercito estoy segura de eso, lena sello a morgana y el ejercito de la luz salio triunfante ante las sombras–

–eso no es cierto.... en cuanto desapareciste morgana absorbió a lena y acabo con el ejercito de tu esposa con su pequeño truco – maggie se señalo la palma de su mano para que entendiera de que truco se trataba –eres muy estúpida kara de anwyn, jamas debiste de abandonar el campo de batalla –

–mientes,estas diciendo puras sandeces – los dientes de kara crujieron con coraje y las piedras a su alrededor comenzaron a temblar – yo nunca abandonaria a mi familia –

maggie chasqueo la lengua mientras negaba con la cabeza – en algún momento pensé que era una estrategia de aquella bruja tuya pero no salio como se lo esperaba, pobre tonta – en un movimiento casi imperceptible maggie lanzo una pluma a su cuello desmayándola –ahora tu iras conmigo –

para cuando kara despertó se encontraba sostenida con grilletes en manos y pies que la mantenían a una pared – pense que era mentira y tuve que cerciorarme con mis propios ojos – kara se erizo de pies a cabeza, era la voz de su esposa pero con la misma maldad con la que hablaba morgana, el cachorro siempre supo como distinguir a calmada y serena voz de su amada de la oscura, áspera y terrorífica voz de su cuñada

parpadeo con dificultad y vio a aquella sombre que se movía de un lado a otro utilizando la oscuridad de la mazmorra –¿lena? ¿amor, eres tu?–

–lo fui alguna vez– la sombra se elevó mostrando esa forma fantasmal que tanto temía kara –ese fue mi nombre de viva y ahora me conocen con otro el cual no debo pronunciar – kara sospechaba que había pasado con lena pero por dentro lo temía como su peor pesadilla, algún demonio la había poseido

–lo siento– el miedo la invadió – lo siento tanto – el corazon de kara se rompio y comenzó a llorar con mucho dolor –lo lamento tanto –

lena desapareció entre las sombras en lo que ella continuo llorando hasta que morgana apareció – creo que estas a punto de desplomarte– la sonrisa malvada apareció en la mitad de su rostro como el gato de Alicia –jamas pensé volver a verte y mucho menos en estas circunstancias – Morgana analizo a la mestiza – así no me dan ganas de entregarte a la oscuridad – morgana camino de un lado a otro revisando su alrededor aun en esas mas morras se sentía la esencia de su hermana –necesito comerme tu corazón pero en este estado tan deplorable no me sabrá a nada– morgana golpeo en varias ocasiones su rostro con el báculo de su hermana –vamos kara algo debe traerte de nuevo a la vida –

El don del amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora