Capitulo 105 El oráculo del sur

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Egram decidió que era mejor bajar dos colinas antes debido a los orcos que aún merodeaban cerca del castillo de Angmar, caminaron hasta el campamento mientras trataban de ocultarse de las ninfas orcos y soldados de angmar los cuales ya habían sido convocados por morgan, las hadas podrían acabar con cualquier bestia excepto a las ánimas de angmar que eran especialmente venenosas para ellas.

–deberías de estar orgullosa pequeña, nadie había hecho gritar a morgana jajajaja– un estallido de risas hicieron eco mientras astra, antíope y diana se burlaban de la pobre que ahora tenía la cara completamente roja –has puesto el nombre de las hadas muy en alto – antíope y su hermana mayor ya había digerido la noticia esperando que de casualidad la llave del secreto haya sido resguardada por el hijo verde de linda

– no se que decir, era como si mi cuerpo no se pudiera controlar, yo.... yo solo actué conforme a mis instintos – linda se golpeaba una y otra vez su cabeza pensando en lo que había hecho sobre el cuerpo de morgana – no se si sentirme arrepentida o avergonzada –

–mira, la única que había logrado hacer eso con una bruja loca fue kara pero nada comparado con hacer eso con la peor de las brujas locas – diana había tomado por los hombros a la reencarnación de su hermana mayor era como si la risa nunca acabará hasta egram reía sin parar mientras serpenteaba sobre el pasto – deberíamos de pensar como se lo vamos a decir a kara –

–no creo que ella debía de saberlo, yo debía de haber hecho otra cosa con el amuleto, estoy segura de que va a entrar en crisis en cuanto sepa lo que hice – linda no paraba de ponerse roja y las hadas y el dragón no paraban de reír a carcajadas– mis dedos cobraron vida propia e hicieron con ella lo que quisieron, no deseo que eso sea conocido por mi hermana menor –

– para, para ya me duele el estómago – dijo astra mientras se tiraba de rodillas

–esto no es normal – vio que las tres hadas y el saurio se echaban a reír de espaldas hacia el suelo literalmente muriendo de la risa, los espasmos de las carcajadas no dejaban que respiraran adecuadamente acabando con el aire contenido en sus pulmones –esto no está bien – y sin esperarlo diana y antíope dejaron de respirar –mierda.... mierda, mierda, mierda.... por favor diana respira – linda comenzó a hacer resucitación mientras golpeaba el pecho de diana una y otra vez y soplaba por su boca –no me hagas esto –

–hola – un hombre muy afeminado apareció de repente en una nube de humo

–wop, ¿que mierdas....? ¿Quién eres tú? –

–hola, mi nombre él loki – el demonio ese permaneció mirando a las hadas y al dragón que dejaban de respirar también – creo que ellos necesitan ayuda –

– tu... tú provocaste esto ¿qué cosa eres?–

–soy un trickster naturalmente.... ahm dime.... ¿dime como tu no estas bajo la influencia de mi hechizo?– preguntó el afeminado ser

– soy.... soy una hechicera muy poderosa y no deseas enfrentarte a mi, te exijo que devuelvas la respiración de mis amigos– linda se paró frente a aquel ser que la miraba de pies a cabeza, no era posible que ningún ser que respirara pudiera salir ileso de sus hechizos

– ¿Cómo te llamas?–

–soy linda de annwyn–

–un hada ¿eh? ¿Qué clase de don posees que no quedas bajo mi hechizo lindura?–

–soy la poseedora de todos los dones y te pido que le quites el hechizo ya, ¿me oíste? si no te dejará petrificado por toda la vida – amenazó esperando que su treta funcionara

El don del amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora