Capitulo 1

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En cuanto se comenzó a mover el tren unos brazos me rodearon, rápidamente pude observar una rubia y larga cabellera, la cual era, evidentemente, de mi amiga Daphne. Respondí al abrazo aun algo triste por la despedida que tuve con mi madre, pero intenté alejar mi tristeza cuanto pudiera, ya en la privacidad de algún salón vacío podría afrontarla, pero ahora necesitaba hablar con mi amiga y con Draco, necesitaba saber si mis sospechas, aquellas que por mi cuenta no pude contestar, eran ciertas. También, quería compartir el plan que tenía en mente si las respuestas que obtenía era, por desgracia, afirmativas.

Caminamos unos pocos segundos por los vagones hasta que llegamos al área donde siempre nos sentábamos los tres. Draco ya estaba sentado en su lugar, siempre frente a nosotras y con un brazo apoyado en la ventana.

Hey hurón – Salude yo con clara intención de burla – ¿Cómo se encuentra mi segundo teñido favorito?

Tocar el tema de la ocasión en la que se convirtió en hurón le molesto mucho y yo lo note por como rodo sus ojos – ¿Segundo? – Pregunto con clara molestia – Un Malfoy nunca acepta ser segundo.

¡Entonces admites que tu cabello si es teñido! – Comente yo causando que mi amigo se pusiera rojo de ira – No sabes cuantos galeones me acabas de conseguir hurón – Daphne y yo comenzamos a reír por la clara frustración de nuestro amigo, pero también quería molestarla a ella – Solo faltas tu Greengrass. Confiesa y poder tener dinero suficiente como para comprar todo el colegio.

Si solo vienes a molestar, será mejor que te largues Parkinson – Comento Draco claramente enojado.

Cálmate un poco Malfoy, solo está bromeando – Daphne no tardo en saltar en mi defensa, era un habito que ella tenía conmigo, uno que me molestaba un poco, pero que agradecía.

¿Qué pasa Parkinson? ¿Tiene tu novia que defenderte siempre? – Una voz proveniente de la puerta me hizo rodar los ojos. El regordete cuerpo de Crabbe y Goyle se encontraban en la puerta. Esos dos eran conocidos míos desde hace bastantes años, pero habíamos encontrado unas cuantas diferencias durante el cuarto año, diferencias que provocaron que nos distanciáramos, aunque yo intentaba fingir que nada había pasado, solo para comodidad de Draco.

Estoy segura de que saben lo bien que me puedo defender – Dijo con prepotencia y haciendo mención a los tantos duelos que había tenido con otros miembros de nuestra casa – Cuando quieran se los puedo recordar.

Haciendo uso de la poca inteligencia con la que esos dos contaban, se sentaron frente a nosotras dos y decidieron cambiar de tema. Todo iba relativamente bien, apenas llevaban unos pocos minutos hablando como locos, hasta que tocaron un tema que no tuvieron que haber tocado.

Mientras los buscábamos nos encontramos con Lunática Lovegood – Comento uno de los dos cerdos que en un tiempo fueron mis amigos – En un solo año se ha puesto muy buena ¿Verdad Goyle? – Yo había cerrados los ojos por el aburrimiento, pero rápido los abrí al escuchar el tan desagradable apodo con el cual se referían a la chica por la que mi amiga babeaba.

Tienes razón Grabbe – Los tres arrugamos el entrecejo, disgustados por el comentario de los dos cerdos, pensaba que iban a para ahí, pero no lo hicieron – Si no estuviera tan loca ya me la hubiera intentado tirar – Yo comencé a pedirle a Merlín que le quitara la voz, pues estaba segura que Daphne estaba a nada de usar un Avada kedavra en contra de los dos y yo por desgracia tendría que  pararla para que no la manden a Azkaban – Aunque quizás es eso lo que le falta ¿no creen?

¡Si, Seguramente con una buena follada se vuelve normal! –

Ese comentario fue más que suficiente para que mi paciencia se rompiera – Dejen de hablar como unos malditos cerdos – Exigí con mi voz cargada de fastidio – Por mero respeto a Daphne y a mí, les ordeno que no hablan de una forma tan desagradable de otra mujer.

Serpientes Valientes.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora