Serpientes Valientes.

Epilogo - La vida del después.

Conocí a Pansy hace muchos años, cuando las dos eramos niñas. En una fiesta que mis padres organizaron por mis cinco años, es una tradición familiar que los herederos sean presentados a esa edad. La familia de Pans fue de las primeras en llegar, si algo bueno le tengo que rescatar al señor Parkinson es su puntualidad, quizás lo único.

Pansy estaba más que hermosa, lo puedo recordar, llevaba un vestido color salmón, de manga larga al igual que el vuelo, hasta sus rodillas. Tenía una diadema plateada que mantenía fijos sus largos cabellos, de las pocas veces que lo ha tenido así. Les puedo jurar que parecía una princesa, y eso que yo me había vestido como una. Pansy desde tan pequeña ya mostraba esa innata belleza.

Como era de esperarse, los adultos estuvieron por su parte mientras que los niños nos juntamos todos en una misma mesa. Draco, Zabini y Pansy, la banda por primera vez junta. Los chicos fueron los primeros en hablar, ya te los puedes imaginar, si crees que Draco era un presumido en los primeros años, es porque no lo conociste de niño.

Aun así, nos fue muy fácil interactuar, siempre tuve una afinidad muy particular con los chicos. Pero Pansy jamás dijo una sola palabra, primero pensé que era porque estaba aburrida o nos veía como algo inferior a ella, pero si que me equivoqué. Cuando por primera vez le escuche hablar fue en esa misma comida y no por cosas bonitas.

Zabini se burlo de ella, de su atuendo, le dijo que se veía como una niña de mamá, solo buscaba picarla un poco para que hablara, pero salió bastante mal, Pansy se puso nerviosa y ella desde siempre, cuando se ponía nerviosa, termina llorando. Eso fue lo que ocurrió, en silencio, se puso a llorar con la cabeza gacha e intentando no hacer ruido.

Draco le metió un golpe tremendo a Zabini, no te lo puedes ni imaginar, como el que tu le metiste a él en tercero. Entre los dos estuvimos un buen rato tratando de convencerla de lo contrario, solo así se consiguió calmar.

¿Por qué no dices nada? - Fue lo primero que le pregunte después de darle un pañuelo para que se limpiara las lagrimas.

Papá me dijo que no mencionara nada que pudiera avergonzarle -.

Los amigos de la princesa de las serpientes como de costumbre estaban reunidos alrededor de la camilla donde la herida dormía con tranquilidad por primera vez en muchos años. Una pregunta de lo más común pero que no había sido antes realizada "¿Cómo conociste a Pansy?" Había preguntado la leona nacida de muggles con el más genuino de los intereses, una anécdota particular fue contada, un recuerdo que con claridad de fotografía era conservado en la memoria de la mayor de las hermanas Greengrass.

Creo que esa fue la primera vez que me sentí enojada con el señor Parkinson - Suspiro con nostalgia, observo la pálida y fría mano que entre sus dos palmas abrazaba -. En cuanto la convencimos de hablar la cosa fue muy diferente ¡era de lo más adorable! Durante una hora entera nos hablo de las criaturas que había investigado, las que más le gustaban, de todo, incluso nos confeso que tenía un pijama de unicornios - Una traicionera lagrima se escurrió por la mejilla hasta llegar al suelo -. Conocer a Pansy ha sido uno de los mejores regalos de cumpleaños que he recibido.

No me puedo imaginar a Pansy siendo alguien reservada, siempre la he visto como alguien extrovertido - Aquella afirmación ocultaba una gran curiosidad, muy poco la castaña sabia sobre la niñez de su querida serpiente.

Durante muchos años siempre fue de pocas palabras, incluso con nosotros, si por ella era jamás iniciaba una conversación. No fue hasta que le llego su carta que comenzó a ser más abierta - A la perfección podía recordar aquellos primeros tiempos donde los intentos de su amiga terminaban en ansiosos tartamudeos - . Pero hablaba con muy pocas personas que no fuesen conocidos nuestros - Explico, recordando como su amiga y compañera de cuarto le pedía, cada tanto, que hablara con x persona solo para que la pudiera presentar con el desconocido en cuestión e iniciar con naturalidad una conversación. Planes ligeramente elaborados entre ambas para que la socialización fuera de lo más sencilla y natural.