Conseguí librarme del interrogatorio asegurando que solo pasé por un entrenamiento más fuerte de lo común, cosa que no estaba lejos de la realidad, una mentira blanca; no hubo más interrogantes, mi compañera se dispuso a dejarme dormir no sin antes avisarme que debía revisar mi baúl, que había algo ahí para mí. No le tome importancia al momento, fue al día siguiente cuando revise el contenido: una caja de color verde se mostraba sobre todas las cosas, una caja que nunca antes había visto. En ella se escondía un relicario de color bronce, tome entre mis manos el accesorio el cual tenía patrones de flores, algo muy oportuno siendo un regalo de una flor para otra flor. Con cuidado de no hacerle daño al metal abrí las tapas, encontrándome con una más que agradable visión, una foto mágica se encontraba resguardada, donde aparecíamos las tres abrazadas (Daphne, Astoria y yo), sonriendo mientras molestábamos a la más pequeña.
¿Recuerdas cuando tomaron esa foto? – La voz de mi amiga se hizo presente, la rubia se había despertado sin que me diera cuenta.
Nunca podría olvidarlo – Afirme, aquella foto la tomo el padre de mis amigas durante las vacaciones del tercer grado, el primer año donde las tres estuvimos juntas en el colegio.
Te la pasaste molestando a Tori todo el año, ¿qué era lo que siempre le decías? –.
¿No prefieres ir con los de Hufflepuff? – Recite sin miedo a equivocarme aquella pregunta que siempre le hacía a la menor. Era normal que la menor se sonrojara al compartir sala común con el hijo del matrimonio Malfoy, durante sus primeros meses no se podía separar de nosotras, pues se sentía intimidada por las serpientes mayores – Y mantengo mi palabra, nuestra hermanita pudo ser un buen tejón.
A veces creo que todos tenemos un poco de cada casa dentro de nosotros – Daphne se acercó más y paso sus brazos por mi cadera, abrazándome con delicadeza – Debes alistarte Pans, hoy tenemos tu recorrido favorito – Y era verdad, aquel día teníamos mi santa trinidad de materias: DCAO, pociones y cuidado de criaturas mágicas.
Justo antes de ir a tomar su baño, privilegio que le otorgue sin mucho problema, apretó con cierta fuerza mi antebrazo izquierdo, donde estaba la marca, otorgándome un escalofrió que pasó inadvertido.
El día fue tan bueno como pude esperar, desde muy temprano en la mañana las cosas no pararon de mejorar. Aquel día los profesores, por algún motivo, tuvieron la determinación de hacernos colaborar en cada trabajo de aquel día.
Primero fue en la clase de pociones, donde el buen profesor Slughorn nos pidió continuar trabajando con nuestra pareja que nos seleccionó al inicio del curso. La linda Hermione Granger me permitió trabajar a mí en la elaboración de la pócima que fuéramos a trabajar, decisión que me comunico con una linda sonrisa en su rostro, aunque en sus ojos se notaba cierta preocupación.
Hey Pansy, una pregunta –.
¿Qué ocurre Granger? – Conteste de tal forma que, para la gente que no sabia de nuestra relación (la mayoría de la población en el colegio), pensara que estaba fastidiada.
Dime ¿Qué ocurrió con Harry anoche? – Pregunto claramente temerosa de la respuesta.
Los recuerdos aparecieron a cámara rápida, la extraña manera en la que me había sentdo atraída por Potter, el como mi magia reacciono ante el tacto del chico. Pero centre mi mente en la forma desvergonzada en la que le hable a la menor del clan de zanahorias – Tras recibir un hechizo de tu pelirroja amiga... – Vi como se horrorizaba la leona ante el dato recién otorgado – Les recomendé que follaran de una buena vez y dejaran de joder – Vi como la indignación y las ganas de tirarse a reir comenzaron un duelo, y yo estaba dispuesta a ayudar a decantar la balanza – Por favor Granger, no puedes negar que entre los dos hay una gran tención sexual.
ESTÁS LEYENDO
Serpientes Valientes.
Fanfiction"Una serpiente demasiado valiente por el mármol trepo, a una ventana llego y al oído del león, una nana le canto". Gran parte de la historia sera narrada desde el punto de vista de la princesa de las serpientes, Pansy Parkinson, quien recapitulara s...