Capitulo 2 - Maleficios, preguntas y respuestas. Parte 1.

267 23 9
                                    

                                                                                       19

Hagrid volvió poco después del año nuevo, tuve que darle las malas noticias sobre su arácnido amigo, el semi gigante termino llorando frente a mi sin vergüenza alguna y yo estuve a su lado, en silencio, apoyándolo en cuanto podía al profesor. A partir de entonces fue el encargado de darle el tratamiento a Aragog, dándome más tiempo para continuar con su tratamiento sintomático, dándome a mi más tiempo de continuar con mis investigaciones, las cuales eran prometedoras y para intentar ayudar a Dragu a volar, cosa que comenzaba a controlar, sus alas ya se movían de forma sincronizada, aunque le faltaba un poco de fuerza.

Viendo como el tiempo de relativa soledad comenzaba a terminar, apure mis investigaciones alquímicas, decidiendo utilizar el veneno de Aragog – Prueba número 50 de estabilización de la pócima, veneno de acromantula – Observe a mi búho quien seguía en su zona segura como en los anteriores 49 intentos – Espero que esto funcione – Deje caer un cuarto de la sustancia en el caldero y entonces...nada, la mezcla mantuvo su color, su consistencia y la ausencia de olor – Oh por Morgana – Con manos temblorosas tome un frasco de cristal junto con una cuchara para recoger el líquido.

Con cuidado de no quemarme rellene un frasco, observe con cuidado el contenedor, de color y consistencia perfecta. Mis manos comenzaron a temblar de emoción, antes de que terminara haciendo algo estúpido, cerré el frasco y lo etiquete y después lo puse en un lugar seguro. Un ataque de risa me golpeo, eufórica por haber conseguido estabilizar tan complicada poción.

Mi euforia se fue derritiendo poco a poco, como un cubo de hielo; si bien había conseguido librarme del material que no hacía más que estorbar en la reacción de los demás ingredientes, pero tampoco tenía manera para comprobar que la pócima podía combatir los daños permanentes de la maldición imperdonable, es más, no tenía forma de saber si en realidad funcionaba la pócima original, fácilmente podría ser un mero placebo.

Necesitaba investigaciones practicas...con personas que estuvieran afectadas por la maldición Cruciatus...quizás podría...

Agite mi cabeza, negando con firmeza la estúpida idea que había llegado a mi mente. Tendría que conseguir una manera para probar mi pócima en sujetos de prueba, pero eso seria después de que terminara toda la mierda de Voldemort.

Conclusión del experimente: éxito rotundo hasta que se demuestre lo contrario – Con eso termine el hechizo de mi pluma y comencé a limpiar todo lo que había utilizado, dando por terminados mis experimentos alquímicos durante una larga temporada.


Tiempo después de terminar mi experimento me encontraba en la torre de astronomía, leyendo un libro sobre la historia de otras escuelas de magia del mundo con la presencia de mi compañero búho, todo iba tan bien como puede ir en un país que sabe que se encuentra al borde de una guerra, hasta que mi compañero comenzó a graznar y mover sus alas de forma agresiva. Tire mi libro a un lado, me puse de pie casi de un salto y desenfunde mi varita preparada para atacar.

Una lechuza muy familiar sobrevoló frente a la torre y dejo caer una carta en mi dirección, sin más se alejó en el aire, sin darme la oportunidad de detallarla. Tome la carta con mi mano libre observe cuidadosamente cada detalle, no había ninguna marca sobre el sobre y eso me comenzó a preocupar.

Sin darle más vueltas al asunto rompí el sobre, dejando libre la carta, una corta hasta decir basta, redactada por la siempre limpia letra de mi padre. Pocas palabras que decían pocas cosas, solo exigiendo mi presencia en Hogsmade a las 15 horas, sin dar mayor explicación, pero me era evidente que no me había contactado para afianzar nuestra relación padre-hija, todo eso apestaba a los mortifagos. Molesta por ver como mi relativa paz era destrozada en un abrir y cerrar de ojos, arrugue la carta, la tire al suelo y le prendí fuego con un hechizo no verbal.

Serpientes Valientes.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora