Pequeña advertencia: Contenido subido de tono
LA CHICA DE OJOS LINDO
Luna Lovegood se encontraba caminando por su zona favorita del colegio: El bosque prohibido. La noche estaba a pocas horas de llegar, el cielo aún era anaranjado, conciertas manchas azules y blancas. El Reino Unido había decidido ofrecer un buen clima aquel día.
Ver las manchas azules que tenían el cielo le hizo recordar a su chica de ojos lindos, su linda, valiente y astuta serpiente: Daphne Greengrass. Un suspiro de enamorada se le escapó a la joven águila, algo común que le pasaba siempre que pensaba en Daphne. Sus interacciones con la serpiente habían aumentado en intensidad, las cosas habían pasado de darse tímidos y rápidos abrazos en medio de pasillos desiertos a darse lindos e inocentes besos cada que se veían, sin importar si estaban solas o no, aunque siempre se reservaban para su privacidad los besos en sus labios, solo compartían besos en las mejillas cuando estaban cerca de otra persona (por una cuestión de la facilidad de Daphne a avergonzarse). Pero aun había algo que le molestaba a la rubia mayor: la falta de claridad en su relación. Compartían besos, caricias y se decían en susurros lo mucho que se querían – No somos simples amigas – Dedujo con toda la seguridad del mundo. Pero de la misma manera, ninguna de las dos se había animado a hacer la gran pregunta; a Luna nunca antes se había visto tan interesada en las etiquetas, normalmente no le importaban, pero con Daphne era diferente, no es que quisiera ser algo con la rubia mayor, no lo quiere, lo necesita. Y esa necesidad no había hecho nada más que aumentar con la escena que había tenido durante el tren.
FLASHBACK: TREN.
Tras separarse de los integrantes del trio dorado y teniendo bien aferradas sus ejemplares de El Quisquilloso, Luna se dirigió a la parte más trasera del tren, donde había acordado encontrarse con la chica de ojos lindos. Durante todo el trayecto ofreció ejemplares a cada alumno que se topara, solo consiguió vender 3 ejemplares; tres chicas de ojos amarillos, dos de ellas de Slytherin y la otra de Ravenclaw, muy agradables, fueron quienes le compraron sus revistas. Luna no tardo nada en descubrir el nombre las tres chicas que intuía eran familiares Bela, Daniela y Cassandra (aunque de esta última si conocía su nombre, era una de las pocas compañeras de casa que siempre le trato bien, no eran amigas, pero se tenían respeto mutuo); nombres lindos que la rubia recordaría por si era útil en algún momento. El resto del trayecto fue sin mayor inconveniente que un par de comentarios poco agradables por parte de dos serpientes del mismo grado que Daphne; cuando llego a la última sección de vagones, la rubia recordó la instrucción de su serpiente "Acércate a la puerta izquierda, golpea la puerta 4 veces; 2 veces suave y 2 veces fuerte. Así sabré que eres tú y no tendremos compañeros indeseados".
Siguió las instrucciones al pie de la letra, pero después del segundo golpe suave la puerta se abrió de golpe, alguien le tomo del antebrazo y la jalo dentro del compartimiento mientras la puerta se cerraba. En otras circunstancias Luna se habría asustado, es probable que incluso ya tendría la varita desenfundada y lista para hechizar a quien fuera, pero en esa ocasión nada de eso ocurrió, desde el momento en el que sintió el contacto en su piel, supo quién era la dueña de tan suave mano, su cuerpo se lo aviso, un escalofrió agradable recorrió su cuerpo, sus albinos bellos se levantaron al mismo tiempo que las cosquillas le invadían. El cuerpo ajeno al suyo se acercó más, el águila sintió como su cara era presionada cerca del busto de la mayor, la diferencia de estatura se hizo evidente esos centímetros por los que la serpiente le superaba nunca habían sido tan evidentes.
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Serpientes Valientes.
Fanfiction"Una serpiente demasiado valiente por el mármol trepo, a una ventana llego y al oído del león, una nana le canto". Gran parte de la historia sera narrada desde el punto de vista de la princesa de las serpientes, Pansy Parkinson, quien recapitulara s...