Capítulo 8: ¿Ahora vas a escucharme?

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"Cuanto más evidente resulte algo al pensamiento, tanto más segura es su existencia". 

El mundo de Sofía - Jostein Gaarder

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Residencia Murray - Barrio Dupont Circle (sábado 14 de marzo – 03:20 p.m.):

Sentado en la banqueta junto a la isla de la cocina, Ian dirigió los ojos hacia las puertas de vidrio que separaban la cocina del patio trasero de la casa, ahí se encontraban Jared, Will y Ángelo Raymonde, los tres chicos practicaban báscketbal mientras le enseñaban a jugar a Nolan, Nolan se veía bastante feliz aún si sus intentos de encestar fracasaban de 4 a 10. Edwin había tenido razón al invitarlo señalando que al pequeño le haría bien jugar con otros niños, ya que al menos Will y Jared seguían siendo bastante infantiles... El problema era Ángelo...







>>—¿Qué está haciendo aquí? —preguntó el chico en cuanto había abierto la puerta de entrada.

>>—¿Esa es la manera en que tienes de saludar a un adulto...? —murmuró Ian sintiéndose irritado en el acto. Había intentado ser amable cada vez que se encontraba con ese chico, incluso le había dado un presente de Navidad, no obstante, la antipatía de ese chico hacia él seguía siendo la misma, incluso a veces sentía que quería golpearle... ¿Qué rayos le había hecho?

>>—¡Ángelo!

>>Y ahí la voz de Calleigh y Nolan rompieron con aquella tensión, saliendo detrás de Ian corrieron y se abrazaron de la cintura del chico, para cuando Jethro, encaramado en los brazos de Ian, comenzó a exigir en su silencio acostumbrado, ser dejado en el suelo, la expresión en pos de lucha de aquel adolescente terminó de suavizarse, con una amplia sonrisa, Jethro le había cogido una mano saludándolo a su manera.

>>—¡Tío Ian, hola! —saludó Will asomándose en el corredor del hall.

>>En ese momento Ángelo volvió a alzar la mirada hacia Ian, frunció ligeramente las cejas pero, sin decir nada, dio la media vuelta e ingresó a la sala con los niños colgados de él, Ian avanzó tras ellos suspirando, lo primero que vio fue a Jared y Enola sentados en el suelo en torno a la mesa de centro, tenían una infinidad de libros y cuadernos, incluso una pizarra acrílica movible en un sector que estaba llena de fórmulas matemáticas, le bastó solo unos segundos para saber que estaban en plena sesión de estudios; Ángelo Raymonde era el profesor.<<








Tras aquello el momento de estudio entró en receso, los tres adolescentes fueron al patio a jugar con Nolan, y Calleigh y Jethro se quedaron con Enola en el interior conversando y haciendo dibujos, Enola, en ese momento, estaba haciendo lo que Ian solía hacer cada vez que tenía tiempo libre: intentar hacer que Jethro pronunciara alguna palabra.

—Esto es un auto, auto —decía Enola alzando una ficha colorida.

Jethro le miraba atentamente por unos segundos, para el final, desviar la mirada y seguir pintando en una hoja en blanco ante las carcajadas de Calleigh. Había ido hacía unos días con una fonoaudióloga, pero así como ella y los otros especialistas consultados con anterioridad, no parecía haber nada malo con la audición de Jethro, el pequeño, simplemente, se negaba a hablar.

Y entonces... un suave golpe sordo hizo que Ian volviera la mirada hacia su anfitrión, con una mirada interrogante, Edwin se sentaba al otro lado de la isla acercándole un vaso con jugo, parecía que ya no aguantaba más de la curiosidad.

La legión del Caos (Temporada 4) [Eldarya]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora