Epílogo temporada 4

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"¿Por qué ver por separadas esta vida y la siguiente si una proviene de la anterior? ... Habla del anhelo, de un alma que clama por otra. "

Drácula, Luke Evans

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En algún lugar del mundo de Gröser (Tiempos Prestigiosos de los Inicios):

La Primera Guerra de los Confines había terminado hacía ya varias décadas atrás, algo que había logrado enviar hasta los mismos abismos del Caos aquellas fuerzas destructoras que habían quedado de los Tiempos Antes del Tiempo encerrados en la Prisión Errante del Intersticio, elevando así, por sobre muchos, al Gran Todopoderoso... No obstante, si bien habían logrado estabilizar el delgado velo de la Creación, aquello había dado paso a la era de los Dioses y, con ello, la expansión del mundo de lo extraordinario y ordinario... y esa dicotomía, ligada a las mismas reglas impuestas por los Dioses y el Todopoderoso para así existir en un universo completamente libre de los yugos y juegos de aquel que en algún momento se había considerado Absoluto, también dio paso a las guerras y las primeras caserías en busca de poderes que iban más allá del entendimiento, pero que sí eran buscadas por aquellos que siempre querían más...

Aquel día hacía tanto, tanto que ya incluso sería imposible de precisar, un padre y una madre se internaron por aquellas cuevas intentando escapar de quienes buscaban arrancarles los corazones... Él, de cabellos rubios oscuros y penetrantes ojos verdes esmeralda, ella, de melena celeste y líneas doradas sobre su piel enmarcando grandes y relucientes ojos dorados, apretaron sus manos y miraron el camino que habían dejado atrás... se escuchaban los gritos de sus perseguidores, se sentía toda esa ambición y... él poco podía ser... Habiendo sido tan poderoso antes de la Guerra de los Confines, ahora estaba en resiliencia... así como todos sus demás hermanos y amigos dioses, así como sus mismos hijos oniros y su primera esposa lo decían, no era bueno mezclarse tan directamente con la vida terrana... lo sabía, y lo había descubierto... Pero, se había enamorado de esa criatura, tan únicas en cada mundo, aquella lamasu cuyo gemelo no había podido sobrevivir a la guerra de los dioses, estaba a su lado aceptándolo incluso por quién era... y aferrada a su mano, le dijo con esa mirada cristalina que no le dejaría...

—Deberías de haber ido con Zurvan... mi buen amigo y hermano del alma, él te habría cuidado mejor... Porque él siempre te ha amado —Hipnos, padre de todos lo oniros, acarició una mejilla de Évolet—. Prométeme que si sobrevives, irás con Zurvan y serás feliz.

—Lo prometo... —respondió ella—, pero mientras tanto, mi señor, me quedaré contigo... No podrás solo contra ellos.

Ambos se miraron fijamente, y entonces volvieron sus ojos en la misma dirección... Dos niños les observaban, de cabellos cenizos con reflejos melocotones, más ojos heterocromáticos, uno rojo y otro verde esmeralda, les miraban asustados... Entonces Évolet, sonriéndoles, se acuclilló ante ellos y les acarició los cabellos...

—Ethel... Athon... Los amamos...

—Y supliquen a los dioses olvidados que sean benévolos... —añadió Hipnos.

Y entonces, aquellos dos pequeños cuya edad no sería mayor a 3 años, dieron la media vuelta y comenzaron a adentrarse en las profundidades de la tierra... Sus padres les vieron desaparecer tragados por las sombras de aquel túnel y, enderezándose, respiraron hondos... Se giraron con lentitud y vieron llegar a aquellas criaturas abismales... esos pecados ambulantes que habían quedado rezagados tras la Guerra de los Confines y que amenazaban el crecimiento y desarrollo de las incipientes civilizaciones de ese mundo... aquellos Retoños Oscuros, hambrientos y despiadados, solo existían para destruir todo símbolo del poder de Dios...

La legión del Caos (Temporada 4) [Eldarya]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora