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"Honraré la Navidad en mi corazón y procuraré conservarla durante todo el año",
Charles Dickens.
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Ladurée Baker & Coffe – Barrio Georgetown (jueves 24 de diciembre – 10:30 a.m.):
Las delicias que ahí se exhibían eran para una persona, dos y en formato familiar. Intercambiando una mirada mientras sus bocas se llenaban de saliva, Anges, Santiago y Riley, volvieron a mirar el amplio mostrador... Afortunadamente aún no había mucha clientela, y aún si lo hubiera, habían muchos vendedores atendiendo, por tanto, la indecisión de aquellos 3 pequeños parecía no estar causando estragos, de hecho, para el dueño del lugar, un hombre alto, de contextura atlética y cabello cenizo y dueño de unos ojos cobrizos, les miraba sonriente al otro lado del mesón.
—Lo siento, esto está demorando —dijo entonces Gustavo de pie tras aquellos niños.
Dominik Montgomery, el dueño de la cafetería y pastelería, alzó la mirada hacia el lobizón y soltó una pequeña carcajada, haciendo un gesto con la mano en señal de que no había problema, unos segundos después aquellos tres niños habían pasado al segundo mostrador y comenzaban un debate de lo que era más conveniente llevar.
—La pastelería se ha hecho muy popular —comentó Gustavo por decir algo, mirando de soslayo, vio a otro grupo de clientes ingresar—. Han hecho muy buena publicidad.
—Ah... eso fue idea de ese muchacho —respondió Domink mirando de soslayo a Jan Phoenix que en ese momento atendía a los clientes recién llegado—. "Pasteles que traen la felicidad", pareció un buen enganche, sobre todo para Navidad, luego alguien comentó algo respecto de deseos que se hacen realidad, un rumor intencionado por parte de Jan y las camareras, y luego ya fue un rumor imparable que fue más que beneficioso...
—No pareces convencido.
—Nada de eso... —sonrió el dueño del local—. Es solo que es muy exigente... —él suspiró y alzó la mirada en dirección a las vigas del techo y luego en rededor—. Aún estoy luchando con eso.
Gustavo no respondió, sabía a lo que aquel hombre se refería... No era amigo de Domink Montgomery, pero le conocía; Felicia, la difunta esposa de aquel hombre, había sido amiga de Amanda... ambas se habían conocido de niñas y uno de sus sueños había sido abrir una pastelería de mayores... Por supuesto, aquello no se había logrado cumplir, Amanda le había conocido y casado al poco tiempo, dedicándose por completo a Santiago, Felicia había seguido adelante con sus estudios y había abierto un pequeño negocio en el norte, pero tras la muerte de Amanda Gustavo no había vuelto a saber de aquella joven pastelera... Un día por casualidad, un par de meses atrás, se había encontrado con Dominik cerca de la primaria de Solomon llevando en brazos a una niña pequeña, quizás de la edad de Jethro... Y lo que le había llamado la atención era un pequeño broche que la pequeña llevaba en el pecho de su vestido, un broche que recordaba muy bien puesto que Amanda lo había hecho con sus propias manos un día en una feria artesanal, un broche que había enviado como obsequio de cumpleaños a su amiga de la infancia... Ese había sido el momento en que aquel único broche en el mundo solo podía estar con aquella niña porque era la hija de Felicia... y luego se había sentido desamparado una vez más cuando había descubierto que Felicia había fallecido poco después de dar a luz...
Desde entonces venía seguido a la pastelería, Dominik había hecho realidad no solo el sueño de su difunta esposa, sino que también el sueño incumplido de Amanda... Aún si fuera tan difícil mantenerlo, lo agradecía.
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La legión del Caos (Temporada 4) [Eldarya]
Fanfiction“Si el tiempo se va en otra dirección ¿qué sucederá en el futuro…? Con todo lo que he hecho… personas que no debían morir lo hicieron y otras que no se han salvado. ¿Crees que… esto pueda terminar en un desastre?” El pasado y el presente se fusionan...