La legión del Caos (Temporada 4) [Eldarya]

Spin-off: Rechazo

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"El rencor es un abismo sin fondo. O un ardiente páramo sin fronteras".

Miguel Gutiérrez

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Washington D.C. - Estados Unidos (verano de 1990):

Cogiéndose el rubio cabello en una cola, aquella niña de ojos azules cogió el delantal de cocina, se lo acomodó en torno a la cintura y se alzó las mangas de la sudadera concentrándose en el desafío que tenía ante ella, respirando hondo, Nayeli Annette cogió los huevos y comenzó a romperlos unos tras otros en el sartén en donde ya tenía salteadas las verduras, el chorizo picado, el jamón y el queso, calculó con precisión sagrada la cantidad de aliño aunque sintió que había fallado con la sal... Bueno, había agregado un huevo de más, imaginó que eso lo compensaría... Así que después de sentir que la mezcla había alcanzado la consistencia adecuado, comenzó a doblar el huevo hasta formar la tortilla que posteriormente partió en dos. Con eso listo, la niña de tan solo 7 años introdujo las hogazas de pan en el tostador y, para cuando la cafetera anunció el proceso listo, ella ya tenía a la mesa los alimentos servidos más el jugo de naranja recién exprimido, satisfecha, se quitó el delantal mientras llamaba a sus padres.

Nayeli y Arvid ingresaron a la sala luciendo ambos su uniforme de policías, eso siempre ponía feliz a la hija de ambos, sus dos padres eran como héroes a sus ojos y eso siempre lo presumía con sus compañeros, aún si muchos de ellos sentían que era una exageración presuntuosa de su parte.

—¡Vaya! ¿Estamos celebrando algo? —preguntó Nayeli con su castaño oscuro cabello cogido en un moño y dirigiendo sus azules ojos hacia su hija.

—No es aún nuestro aniversario, ¿verdad? —habló a su vez Arvid dirigiendo la mirada hacia el calendario—. Giovanni no lo habría olvidado...

—¿Cómo es posible que todos los años sea Giovanni quién te lo recuerda? —replicó Nayeli alzando el tenedor y apuntándole con él.

—El año pasado fue Olivier —sonrió su esposo alzando las manos.

Nayeli entornó los ojos y luego soltó una carcajada ante la mirada divertida de la hija de ambos, entonces alzó la mirada hasta aquella fotografía tan preciada para ella... Ahí estaba con Burke y Olivier la última vez que se habían reunido en Manarola... Tres meses antes que la deficiencia máanica se llevaría a Burke... Al menos ese tonto se había ido en paz y con una sonrisa... Por otro lado, ¿qué estaba haciendo ese idiota de Olivier? No la había llamado ese mes como siempre acostumbraba y hacía poco más de un año que no lo veía, la próxima vez que se presentara ante ella lo golpearía...

Y con ese pensamiento decidido en su mente, Nayeli pinchó una parte de su tortilla de huevo y, sacando un trozo, se lo llevó a la boca al mismo tiempo que a su lado lo hacía Arvid... y al mismo tiempo, ambos se tensaron en sus sillas masticando lentamente el alimento...

—Ya, dilo... —dijeron a coro.

—Bueno, ya que hice un buen desayuno a mis padres a quienes adoro tanto —dijo Nayeli Annette con una sonrisa—, ¿podemos comer res agridulce una vez que termine de rezar en la misa?

—¿Por qué? —preguntó Nayeli—. Yo puse el café en la máquina y la señora Messina preparó el pan casero.

—Yo hice la tortilla.

—Pero yo compré los huevos y los demás ingredientes —añadió Arvid.

—¿Por qué molestarse? Al final yo preparé todo y lo serví —repuso la niña alzando las manos.