La legión del Caos (Temporada 4) [Eldarya]

Capítulo 13: Encadenamiento.

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"Las balas nos golpean y volvemos a pararnos, ¿es un crimen pelear una guerra y sobrevivir a ella?"

Ramiz Karaeski

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Restaurante del hotel Harrintong (viernes 13 de marzo – 07:30 p.m.):

Para Vincent había sido una invitación sorpresiva, aunque, haciendo memoria, quizás en algún momento se lo habían dicho y lo había olvidado, con el regreso de Fleur y su preparación para el nuevo juicio, no había estado al tanto que el departamento número 3 de la defensoría pública había decidido una cena de equipo, así que, antes de darse cuenta o decir algo al respecto, había tenido a duras penas tiempo para contactar a Enola y pedirle el cuidado del cachorro de su cliente, tras eso había sido arrastrado hasta ese lugar, encontrándose, solo un par de minutos después, viendo a Daniel Williams, Lilian Hotchner y a Ludovico Murphy, alzando las copas en un brindis, él, por su parte, cogió su copa con agua sin mucho ánimos.

—Abogado Dankwood —preguntó el asistente apuntándole con su copa mientras se acomodaba los anteojos con la otra mano—. ¿Por qué no toma un poco de vino? Hoy el abogado Murphy invita.

—Yo no bebo alcohol —respondió Vincent dándole un sorbo a su vaso con agua.

—¿Entonces pedimos de forma individual? —preguntó el jefe del departamento untando un trocito de pan en salsa blanca. Pero antes de echarse aquel aperitivo a la boca, notó como las pupilas de Vincent estaban clavadas en él—. ¿Qué sucede? ¿Por qué me mira tan fijamente? ¿Hay algo en mi cara?

—No —respondió entonces el sidhe—. Me está invitando a cenas, me compra refrescos y me deja hablarle de manera informal, es raro. Usted no era así antes.

—Por lo general es así con la gente que no tiene talento.

—Eh... ¿entonces está diciendo que el abogado Dankwood no tenía talento? —preguntó Lilian ante la mirada confundida de Vincent.

—Claro que sí.

—Pero con la abogada Hotchner dejó el tono formal enseguida —comentó Vincent.

—Ella es un individuo con talento innato —respondió Ludovico apuntando a Lilian—. Ya viste su audiencia hoy.

—¿Para eso me llamó a cenar hoy? ¿Para compararnos en presencia de ambos? —preguntó ahora Vincent sintiéndose irritado, Lilian había comenzado a mirar a ambos con nerviosismo mientras que Daniel se había limitado en picar en muchos cubitos su porción de carne—. ¿Por qué hacer esto? ¿Por qué no mejor sigue usando el tono formal conmigo? ¿Por qué usaría el tono formal con alguien que no tiene ni una pizca de talento?

—No te preocupes, tienes fortaleza también —asintió tranquilamente Ludovico pinchando un espárrago y llevándoselo a la boca.

—Está bien... no es como si me estuviera abofeteando y luego felicitándome... —dijo Vincent desviando la mirada, pero después de unos segundos, volvió a girarse hacia su superior con expresión curiosa—. ¿Y cuál es mi fortaleza?

—Tus ojos —respondió Ludovico Murphy apuntándose los propios.

—¿Mis ojos?

—Ojos que pueden ver si el acusado está mintiendo o no. Con el caso de Daphne Jennings eso quedó muy claro.